REUNIÓN DE EXPERTOS PATROCINADA POR ABBVIE
Carla Nieto. Madrid · 13 junio 2013
Los medicamentos biológicos ya están siendo administrados a millones de pacientes en todo el mundo para tratar enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide, la psoriasis, la enfermedad de Crohn y la esclerosis múltiple.
La complejidad en el desarrollo de los medicamentos biológicos y biosimilares, su regulación y la integración en la práctica clínica han sido los principales temas debatidos por un grupo de expertos en este tipo de terapias reunidos en Madrid bajo el patrocinio de abbVie. Tal y como destacaron los participantes en esta reunión, los medicamentos biológicos ya están siendo utilizados por millones de pacientes en todo el mundo para tratar enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide, la psoriasis, la enfermedad de Crohn y la esclerosis múltiple.
Debido a que provienen de organismos vivos, la fabricación de estos medicamentos es mucho más compleja y supone una inversión financiera mucho mayor que en el caso de los fármacos “químicos” convencionales.
En cuanto a los medicamentos biosimilares, el doctor Eduardo Mysler, reumatólogo y director de la Organización Médica de Investigación (OMI) de Argentina, explicó que “son aquellos que tienen por objeto tratar las mismas enfermedades y utilizarse en reemplazo de los medicamentos biológicos que imitan, de forma similar, aunque no igual (por sus peculiaridades, es imposible que un biosimilar copie exactamente un ingrediente activo que un biológico) que hacen los genéricos con los medicamentos químicos convencionales”.
Respecto a la incorporación de este tipo de medicamentos a la práctica clínica diaria, el doctor Hakan Mellestedt, catedrático de Bioterapia Oncológica en el Instituto Karolinska, de Suecia, señaló la necesidad de realizar una farmacovigilancia cuidadosa, basada tanto en sistemas efectivos como en la participación activa de los expertos, que permita obtener información clínica respecto a la seguridad a largo plazo de estos fármacos y a partir de la cual se puedan extrapolar sus indicaciones. “Hay que tener en cuenta que existen muchas diferencias en las respuesta inmunológicas de los pacientes a los biofármacos, así que aún hay un camino que recorrer en este sentido”.
El experto sueco destacó también el hecho de que actualmente, el conocimiento de este tipo de medicamentos por parte de los especialistas en aún baja. “Sin embargo, las experiencias realizadas con ellos han demostrado su efectividad en distintas áreas, por lo que forman ya parte del arsenal terapéutico en Hematología, Oncología y Reumatología”.
Observación a largo plazo
Los expertos participantes en esta reunión coincidieron en afirmar que actualmente no es posible sustituir automáticamente los medicamentos biosimilares por el medicamento original. En cuanto a las medidas para perfilar el uso seguro de este tipo de medicamentos en el futuro, los especialistas señalaron la necesidad de pedir que las autoridades gubernamentales aseguren la observación de los biosimilares a largo plazo por parte de reguladores y médicos, para controlar así que los pacientes no tengan efectos secundarios, tal y como se hace con los fármacos convencionales.
Otra medida a tener en cuenta es la de exigir nombres únicos para cada medicamento biosimilar, ya que biológicos y biosimilares son muy distintos y deben tener sus propios nombres comerciales distintivos, lo que permitiría a médicos y pacientes saber que el biosimilar no es una copia exacta del medicamento y ayudaría a determinar si existen diferencias en el perfil de eficacia/seguridad de los biosimilares.
Asimismo, los expertos señalaron que los biosimilares no deben aprobarse automáticamente para tratar las mismas enfermedades que los biológicos a los que se parecen, siendo esto especialmente importante en el caso de determinados medicamentos como los anticuerpos monoclonales.
►Abbvie