Desde el pasado 4 de noviembre está disponible en España un nuevo antipsicótico de acción prolongada y de administración intravenosa mensual para pacientes de esquizofrenia. Se trata del palmitato de paliperidona, desarrollado por Janssen y comercializado como Xeplion. “Estamos ante un tratamiento innovador para cuyo desarrollo se ha recurrido a la nanotecnología, que ofrece, por una parte, la mejor tolerabilidad de los antipsicóticos atípicos con una eficacia reconocida y la ventaja de los tratamientos de larga duración y, por otra, una acción clínica rápida y eficaz desde la primera dosis”, explicó el doctor Fernando Cañas, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Psiquiátrico Rodríguez Lafora, de Madrid.

Una de las principales ventajas de este fármaco es que asegura unos niveles plasmáticos estables. “Con ello no sólo se previenen problemas, como la sobredosis, sino que también se optimizan el resto de recursos que se emplean en el tratamiento de la esquizofrenia. Por ejemplo, permite hacer coincidir el día en que se administra la medicación con una puesta a punto del desarrollo de la enfermedad en la consulta, con lo que se asegura el control, fundamental en estos pacientes”, señaló el doctor Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP).

A hilo de lo anterior, un aspecto que todos los especialistas coincidieron en resaltar fue la importancia que tiene este fármaco desde el punto de vista de la adherencia al tratamiento. "El mayor enemigo de la correcta evolución del paciente con esquizofrenia es la falta de seguimiento adecuado del tratamiento, tanto por los olvidos como por tomar una dosis inferior a la indicada. Se ha demostrado que los pacientes que no mantienen la adherencia al tratamiento tienen una probabilidad hasta cinco veces mayor de recaer”, señaló el doctor Saiz.

Por su parte, el doctor Fernando Cañas destacó que “el fármaco, que ha sido estudiado en 5.000 pacientes antes de ser comercializado, presenta además la ventaja, respecto a otros de características similares, como los 'depot', de que es activo desde el primer día, lo que implica que no hay que esperar para obtener beneficios y tampoco requiere añadir otra medicación. Además, el hecho de que los niveles en sangre se mantengan más estables que con la medicación oral hace que la cantidad total de fármacos que tienen que consumir estos pacientes sea menor. En definitiva, este fármaco ha demostrado ser eficaz en el control de los síntomas y muy eficaz en la prevención de recaídas”.

Una recuperación de hasta el 75%

Otro de los aspectos en los que coincidieron los expertos durante la presentación del fármaco fue la falta de concienciación que existe en más de la mitad de los pacientes. “Éste es precisamente un síntoma de la propia esquizofrenia, y es labor de los profesionales hacerles comprender la ventaja que supone medicarse. El abordaje de esta enfermedad tiene que ser multidisciplinar y su eje ha de ser el tratamiento farmacológico”, explicó el doctor Cañas, quien también destacó la importancia de llevar a cabo una prevención secundaria. “A día de hoy no hay ninguna base que permita prever con anticipación quién va a padecer esquizofrenia, pero sí hay posibilidades reales de controlarla a partir de sus primeras manifestaciones: mediante un diagnóstico temprano y un tratamiento rápido se puede conseguir una recuperación de hasta el 75% y, lo que es más importante, se evitan las recaídas”. 

En esta línea, el doctor Jerónimo Saiz señaló que “la esquizofrenia afecta aproximadamente a un 1% de la población, con una mayor prevalencia en jóvenes, entre 15 y 30 años. Además, un porcentaje importante de los afectados requiere tratamiento toda la vida. Hay que concienciar a la sociedad de que la esquizofrenia es una enfermedad como cualquier otra y que en un porcentaje importante de los casos tiene graves repercusiones sobre la funcionalidad y la vida del paciente, algo que se acrecienta cuando no se sigue el tratamiento adecuado. Hay que tener en cuenta que la esquizofrenia presenta altas dosis de recurrencias, y que una recaída en esta enfermedad puede llevar a la hospitalización, a la adopción de conductas disruptivas e incluso a la autoagresión”.