NEUROLOGÍA
La adaptación al cambio de horario puede ser "más difícil" por coincidir con el fin de las vacaciones de Semana Santa
JANO.es · 02 abril 2013
Los individuos que padecen cefaleas, epilepsia o algún trastorno del sueño pueden experimentar cambios en la frecuencia e intensidad de sus síntomas, según la Sociedad Española de Neurología.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha divulgado una nota en que advierte de que, en los días posteriores a los cambios de horario, es habitual que aparezcan trastornos motivados por el desajuste entre nuestro reloj biológico y la hora real. Este año, no obstante, estos trastornos se pueden intensificar por coincidir con el fin de las vacaciones de Semana Santa, señala esta sociedad médica. “Habitualmente se necesitan entre uno y cinco días para que nuestro cerebro se ajuste al nuevo horario. Si ya de por sí, perder una hora suele entrañar más dificultades que ganarla, el hecho de que además este año haya coincidido con el final de la Semana Santa y tengamos que volver al día a día, puede acarrear más dificultades de adaptación”, asegura el Dr. Carlos Tejero, vocal de la SEN.
Tal como explica este especialista, "tras la finalización de las vacaciones, nuestro cerebro tiene que adaptarse a los horarios y a la rutina ya que, por lo general, acostumbramos a posponer la hora de inicio del sueño y a despertamos más tarde. Además, la vuelta a la rutina puede llevar implícito preocupaciones, estrés, o un bajo estado de ánimo, que pueden ser causa y consecuencia de algunos trastornos del sueño. Por otro lado, al cambiar la hora, nuestro cerebro debe adaptarse a la nueva luz ambiental que actúa a modo de sincronizador externo sobre el reloj biológico. “Por esa razón no es sólo habitual que en los primeros días se produzca un retraso de fase, sino que en esta ocasión, adaptar nuestro reloj biológico al nuevo horario, puede hacerse un poco más difícil”, señala el Dr. Tejero.
En la población sana, es relativamente habitual que el cambio de hora provoque alteraciones de sueño, dificultad para levantarse por las mañanas y cansancio. Algunas personas también pueden ver su estado de ánimo alterado. “Pero, en general, las consecuencias del cambio de horario son leves y transitorias. No obstante, personas mayores y aquellas que sufran alguna enfermedad que necesiten mantener sus rutinas y descansar de forma adecuada para no experimentar cambios en la frecuencia e intensidad de sus síntomas, son las que se pueden ver más perturbadas por el cambio de horario”, explica el este experto. “Sobre todo se da en personas que sufren cefaleas, epilepsia o algún trastorno del sueño", añade, "por lo que lo aconsejable para todos, pero en especial para estas personas, es que tomar medidas para adaptarse de forma progresiva al cambio de horario y la vuelta a la rutina”.
A este respecto, y para minimizar los efectos del cambio de hora y la vuelta a la rutina, la SEN aconseja:
-Intentar, en la medida de lo posible, mantener una regularidad en los horarios de alimentación y sueño.
-Tratar de armonizar nuestra actividad con la franja de luz solar.
-Afrontar el cambio de forma progresiva y natural. No es aconsejable utilizar fármacos por mucho que creamos que nos pueden ayudar en la adaptación al cambio.
-Evitar o limitar el consumo de cafeína, alcohol, tabaco y otros productos estimulantes.
-Evitar las siestas diurnas, en especial aquellas que superen los 20 minutos.
-Antes de acostarnos se deben realizar únicamente actividades relajantes. Por ejemplo, se debe evitar realizar ejercicio físico justo antes de la hora de dormir.