PUBLICADO EN 'JAMA'
Un antecedente de ictus implica un mayor riesgo de eventos adversos en cirugía no cardíaca
JANO.es · 16 julio 2014
En un estudio realizado por investigadores daneses, las tasas de eventos adversos en pacientes con accidente cerobrovascular previo y sin él fueron de 54,4 frente a 4,1, respectivamente, por cada 1.000 pacientes.
Un análisis que involucró a más de 480.000 pacientes sometidos a cirugía electiva no cardíaca ha evidenciado una asociación entre los antecedentes de accidente cerebrovascular y el riesgo de eventos cardiovasculares adversos y muerte, sobre todo si el tiempo transcurrido entre el accidente cerebrovascular y la cirugía es de menos de 9 meses. Los resultados de la investigación se publican en JAMA.
Concretamente, los autores del trabajo asocian las cirugías no cardíacas realizadas en pacientes con infarto reciente o un 'stent' implantado con un mayor riesgo de eventos cardíacos perioperatorios, así como trombosis del 'stent' (coágulo de sangre) y sangrado en comparación con los pacientes con infarto de miocardio más distante en el tiempo o colocación del 'stent', según la información de respaldo del artículo.
Mads E. Jorgensen, de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, y sus colegas investigaron la asociación entre el ictus previo (incluyendo el tiempo transcurrido entre el accidente cerebrovascular y la cirugía) y el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE, por sus siglas en inglés, incluidos el accidente cerebrovascular isquémico, el infarto de miocardio y la muerte cardiovascular) y todas las causas de muerte hasta 30 días después de la cirugía en un grupo de pacientes daneses que fueron sometidos a cirugía electiva no cardíaca (481.183 cirugías) entre 2005 y 2011.
Las tasas de incidencia bruta de MACE en pacientes con ictus previo (7.137) y sin él (474.046) fueron de 54,4 frente a 4,1, respectivamente, por cada 1.000 pacientes. Un accidente cerebrovascular isquémico previo, independientemente del tiempo transcurrido entre el accidente cerebrovascular isquémico y la cirugía, se asoció con un riesgo relativo entre 1,8 y 4,8 veces de mortalidad a los 30 días y MACE a los 30 días, respectivamente, en comparación con los pacientes sin ictus previo.
También se detectó una estrecha relación entre el accidente cerebrovascular previo y el resultado postoperatorio adverso, en pacientes que habían experimentado un accidente cerebrovascular menos de 3 meses antes de la cirugía con un riesgo particularmente alto. Después de 9 meses, el riesgo vinculado parecía estable y aun así se incrementó en comparación con los pacientes sin ictus.
Cirugías de riesgo bajo y medio parecían representar al menos el mismo riesgo relativo de MACE en pacientes con accidente cerebrovascular reciente en comparación con la cirugía de alto riesgo. "Nuestros resultados tienen que ser confirmados, pero puede merecer la pena tenerlos en cuenta en las futuras directrices perioperatorias", concluyen los autores de este trabajo.