El 5% del total de cirugías refractivas que se realizan en España (cerca de 250.000) tienen como objetivo subsanar la presbicia. Se trata de una cifra que va en aumento, según afirma el director del Departamento de Óptica y Optometría de la Universidad Europea de Madrid, el doctor César Villa, que reconoce que la opción más habitual sigue siendo el uso de gafas (más del 80% de los pacientes).

Villa ha formulado estas observaciones durante la jornada 'Soluciones a la presbicia: ¿cirugía, lentes de contacto o gafa?', que ha reunido en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Madrid a los principales profesionales del sector.

La presbicia, que se produce cuando el ojo no puede enfocar de cerca, afecta al individuo alrededor de los 50 años, en un momento de gran actividad, con necesidades cotidianas que requieren precisión visual en todas las distancias: para conducir, ver quién llama al teléfono o usar internet frente a una pantalla", señala el director externo del Máster de Optometría Clínica de la Universidad Europea de Madrid, el doctor Miguel Teus.

De esta manera, el paciente puede optar por operarse en estos momentos, mediante técnicas como el láser o la sustitución del cristalino natural, envejecido, por una lente artificial (lente intraocular), "que funcionará como una lente progresiva corrigiendo la visión de cerca y la de lejos", precisa Teus.

No obstante, "no todos los pacientes son susceptibles de operarse para corregir la presbicia", señala Villa, quien afirma que, a corto plazo, "se espera conseguir mejoras en las lentes intraoculares, es decir, que funcionen de manera similar al ojo humano cuando no padece presbicia".

Por otro lado, este especialista apunta que "la solución de la presbicia pasa por devolver flexibilidad al cristalino para poder modificar su curvatura y enfocar a todas las distancias".