CICLO DE CONFERENCIAS SOBRE ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN EN LA RANM
El déficit de vitamina D, asociado a un mayor riesgo de cáncer, diabetes e hipertensión
JANO.es · 06 junio 2014
Los expertos recomiendan una prudente exposición solar diaria para evitar la falta de esta vitamina, sobre todo en personas mayores.
En los últimos años, la incidencia de diversas patologías como el cáncer, la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal, la diabetes tipo 2, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares se ha relacionado con niveles bajos de vitamina D, e incluso se ha demostrado que la administración de esta vitamina puede ser beneficiosa en el tratamiento de algunas de ellas. Así lo aseguró el profesor Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición de la Universidad Rovira i Virgili y ponente del ciclo de conferencias sobre ‘Alimentación y nutrición. Su importancia en atención primaria’, celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM). Este ciclo está coordinado por los profesores Luis Alberto Moreno, presidente del Instituto Danone; y Manuel Serrano Ríos, académico de número, y presidente de honor del Instituto Danone.
La carencia de vitamina D es frecuente en zonas donde hay menos incidencia de rayos solares. A pesar del importante número de horas de sol que hay en España, los últimos estudios realizados muestran que el 87% de los españoles mayores de 65 años presenta insuficiencia de vitamina D, fundamentalmente por la combinación de varios factores: la falta de exposición al sol, la insuficiente ingestión alimentos ricos en vitamina D, la inadecuada absorción de ésta por parte del intestino debido a la edad, o la presencia de sobrepeso y obesidad, apunta el profesor Salas-Salvadó.
Según este experto, la ingesta inadecuada de vitamina D y calcio durante la infancia y adolescencia puede provocar raquitismo, lo que dará lugar a la deformación y ablandamiento de los huesos, mientras que en la edad adulta su déficit puede provocar osteomalacia (debilidad muscular) y osteoporosis. Además de la moderada exposición al sol, para prevenir su déficit no deben faltar ciertos alimentos en la dieta. “Son ricos en vitamina D el pescado azul, el aceite de hígado de pescado (sobre todo el aceite de hígado de bacalao), la margarina, el huevo, la leche, derivados lácteos y alimentos fortificados”, señala el profesor Salas-Salvadó.
Esta vitamina, recuerda este especialista, estimula la absorción de calcio y fósforo de los alimentos en el intestino delgado, máxime en el yeyuno, e incrementa la reabsorción de calcio y fósforo en el riñón, siendo esencial para mantener la concentración de estos minerales en la sangre y para la mineralización ósea.
La cantidad diaria recomendada de vitamina D es de 10 µg (microgramos) al día (400 UI/día). Esta cantidad asegura la prevención del raquitismo y garantiza el adecuado desarrollo óseo en niños y adolescentes. Según explica el profesor Salas-Salvadó, “la mayoría de los niños y adolescentes recibe suficiente radiación solar, lo que suele asegurar niveles adecuados de esta vitamina. No obstante, hay necesidades especiales en momentos puntuales, como es el caso del embarazo, la lactancia o menopausia, donde la ingesta de calcio puede incrementarse hasta los 600 U/día”.