La Sociedad Española de Nefrología ha hecho público recientemente el último Informe de Diálisis y Trasplante, que incluye los datos de los pacientes en tratamiento sustitutivo renal (TSR) durante 2009, elaborado con los registros autonómicos y la Organización Nacional de Trasplantes. Según el informe, se mantiene la prevalencia de pacientes en TSR en 1.039 por millón de habitantes, similar a la de años anteriores. La comunidad autónoma con más pacientes en TSR por millón de habitantes es Canarias, con 1.169, y la que menos es Navarra, con sólo 473 pacientes por millón de habitantes.

Por otra parte, los datos demuestran que el porcentaje en tratamiento con diálisis peritoneal (DP) desciende ligeramente, desde el 5,2% de 2008 al 4,8% actual. Esto ocurre a pesar de que el informe señala que la supervivencia de los pacientes es mayor en los que están en tratamiento con DP. En este sentido, el porcentaje de mortalidad en pacientes en tratamiento con hemodiálisis asciende a un 14,8%, cifra superior al porcentaje de mortalidad en el caso de la DP que es de un 8,4%.

A pesar de todas las ventajas clínicas que el propio informe presenta, la diálisis peritoneal como técnica de inicio en el TSR se mantiene en cifras inferiores al 13%. En general, la diálisis peritoneal continúa siendo la modalidad de tratamiento menos utilizada, con sólo el 4,8% de los pacientes de media en España.

La diálisis peritoneal es una modalidad de tratamiento sustitutivo renal domiciliaria utilizada en pacientes con insuficiencia renal crónica. La eliminación de sustancias tóxicas se realiza a través de la membrana peritoneal y se puede llevar a cabo de forma manual o automatizada, durante la noche, mientras se duerme. El paciente solo acude al hospital para revisión cada uno o dos meses. Esto facilita al enfermo continuar con su vida laboral y personal activa y le proporciona mayor libertad e intimidad en sus tratamientos.

La diálisis peritoneal se considera una excelente modalidad de inicio de diálisis, es muy adecuada para pacientes que están en lista de espera para recibir un trasplante, está indicada para todas las edades y, por su carácter continuo, es la que más se acerca al funcionamiento normal de los riñones. Además, permite al paciente mantener su vida laboral y personal y le proporciona mayor independencia, intimidad, autonomía y calidad de vida.

En la misma línea, se considera que aporta beneficios para el Sistema Nacional de Salud, ya que su uso supondría un ahorro de 500 millones de euros al SNS en 15 años. De hecho, según una evaluación económica, el coste anual medio por paciente de los enfermos en tratamiento es de 46.659 euros en hemodiálisis y 32.432 euros en DP domiciliaria, es decir la hemodiálisis resulta un 44% más costosa que la DP.