PUBLICADO EN 'AMERICAN JOURNAL OF TRANSPLANTATION'
El ejercicio intenso ayuda a los trasplantados de corazón a controlar su presión arterial
JANO.es · 19 agosto 2014
Un estudio muestra que los pacientes cardiovasculares estables pueden hacer más actividad física de la que se les suele recomendar.
Investigadores del Hospital Bispebjerg de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, aseguran que una actividad física intensa puede ser beneficiosa para los pacientes que se han sometido a un trasplante de corazón, siempre que estén estables, ya que puede ayudarles a mejorar el control de su presión arterial incluso más que el ejercicio moderado.
El trabajo, que aparece publicado en American Journal of Transplantation, se une a otros trabajos que habían demostrado que el ejercicio intenso durante unos pocos minutos tenía más efectos beneficiosos para los pacientes con alguna enfermedad coronaria.
En este caso, incluyeron a 16 pacientes que se habían sometido a un trasplante de corazón hace más de un año para que participaran en un programa de 12 semanas de entrenamiento que fueron divididos en dos grupos: uno sometido a ejercicios más moderados y otros con pequeños intervalos de un mayor esfuerzo.
Durante este periodo se fue midiendo la presión arterial de los pacientes y, según observaron, cuando la actividad física se intensificaba el consumo máximo de oxígeno hasta un 17% (frente al 10% del grupo de ejercicio moderado), mientras que la presión arterial sistólica se redujo significativamente.
Además, el ritmo cardíaco máximo también aumentó en el grupo con un ejercicio más intenso, mientras que la recuperación de la frecuencia cardiaca mejoró en ambos grupos.
"Hoy en día, las personas a las que se les ha dado una nueva oportunidad tienen mejor calidad de vida y condición física pero siguen teniendo algunas limitaciones, en parte porque la frecuencia cardÍaca se deteriora tras el trasplante", señala Christian Dall, autor del estudio, que reconoce que, a raíz de estos resultados, la situación podría cambiar para algunos pacientes. "Este nuevo estudio muestra que los pacientes que están estables pueden realizar más actividad física de la que practican hasta ahora", añade.