OBESIDAD
Un estudio constata la efectividad de los programas escolares para reducir la obesidad infantil
JANO.es · 18 junio 2014
Las clases prácticas sobre hábitos saludables, objetivos nutricionales y actividades para las familias llevan a una reducción de la prevalencia de de este trastorno en los niños.
Un estudio liderado por investigadores catalanes ha constatado la efectividad contra la obesidad infantil de los programas escolares para concienciar a los niños y sus padres de la importancia de llevar unos buenos hábitos alimentarios.
El estudio, publicado en la revista Trials, es el resultado de un trabajo de 28 meses que ha consistido en tomar medidas antropométricas a 1.222 niñas y niños de 24 escuelas de Reus (Tarragona) y comparar los resultados con 717 escolares de más de 14 centros de los municipios tarraconenses de Cambrils, Salou y Vila-seca, que no han recibido intervención.
Las medidas de los participantes al inicio y al final del estudio incluían el índice de masa corporal y cuestionarios sobre hábitos alimentarios y de estilo de vida, que rellenaron las familias de los participantes.
Los resultados del trabajo muestran que, en dicho periodo, las actividades de la intervención --clases prácticas sobre hábitos saludables, objetivos nutricionales y actividades para las familias-- hicieron reducir la prevalencia de obesidad en los pequeños.
En concreto, en los niños se observó un crecimiento de la prevalencia entre el inicio y el final del estudio del 2,03% en el grupo que no había recibido la intervención y una reducción del 2,36% en el grupo la recibió.
Entre las niñas también se halló un decrecimiento de la prevalencia de obesidad más acentuado en el grupo que recibió la intervención (-1,66%) y una reducción del 1,03% en el grupo que no la recibió.
Aumento de la actividad física
También se observaron resultados prometedores en cuanto al índice de masa corporal y los estilos de vida, especialmente en cuanto a las horas de actividad física, que incrementaron notablemente.
Los resultados también muestran que el consumo habitual de pescado es un factor protector contra la obesidad, mientras que comer a menudo en restaurantes de comida rápida es un factor de riesgo que facilita la aparición.