La participación del farmacéutico en el cribado de distintas enfermedades y en el modelo de atención al paciente crónico ha sido uno de los temas centrales de la segunda jornada de INFARMA. Los expertos no han dudado en señalar lo mucho que puede aportar el profesional en estos ámbitos gracias a la accesibilidad, a la proximidad y a la confianza que genera al usuario.

A este respecto, el paso de un modelo de atención sanitaria compartimentada a un modelo de atención sanitaria integral, liderado por un equipo multidisciplinar de salud, es uno de los ejes del Plan de Salud 2011-2015, en el que el farmacéutico comunitario tiene un papel fundamental. “Tenemos una red de 3.000 agentes de salud en las oficinas de farmacia que debemos aprovechar”, señala Josep Maria Argimon, director-gerente de la Agència d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut de la Generalitat de Cataluña. "Debemos apostar por el rol asistencial del farmacéutico para contribuir a mejorar a corto y largo plazo la salud de la población y obtener buenos resultados mediante la colaboración entre todos los profesionales sanitarios, médicos, enfermeras y farmacéuticos", añade.

Entre los beneficios que aporta el rol asistencial, se halla el cribado de enfermedades como el cáncer de colon, la detección precoz del VIH o el test para discriminar la faringitis bacteriana de la vírica. Esta prueba, el Streptotest, que se ha realizado en 123 farmacias y en más de 1.000 pacientes, ha permitido promover un uso racional de los antibióticos en la faringitis vírica, una dolencia leve pero de elevada prevalencia. Según Xavier Boleda, farmacéutico comunitario y secretario de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) de Cataluña, “el 67% de los pacientes que vienen a la farmacia con faringitis piden antibióticos. Pero tras realizar el test, éstos sólo estaban indicados en el 12% de los casos, al confirmarse el origen bacteriano”.

A ello, Boleda ha añadido algunos datos que apoyan la importancia de promover un uso racional de los antibióticos en esta dolencia, como el hecho de que “en el 85% de los casos el consumo de antibióticos es extrahospitalario y el 30% se lleva a cabo sin receta médica. Además, la mala praxis con antibióticos causa en Europa más de 25.000 muertes al año. Todo ello representa una responsabilidad importante por parte del farmacéutico a la hora de racionalizar su uso”.

Desde 2009, cuando se puso en marcha el programa de detección precoz de cáncer de colon y recto en el Hospital Clínic y el Hospital del Mar, en colaboración con el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, “la participación de los ciudadanos susceptibles de someterse al test ha sido del 47% en la oficina de farmacia, frente al 17% en los centros de salud”, ha explicado el Dr. Antoni Castells, responsable del Programa de Prevención de Cáncer de Colon y Recto. "De ese 47%, ha indicado Castells, el 6,3% ha dado positivo". "El 80% de los tumores", ha añadido este especialista, "se han detectado en los estadios I y II, es decir, sin metástasis y sin afectación de los ganglios y, por tanto, con más posibilidades de curación mediante cirugía".

En cuanto al programa para la prevención y asistencia al SIDA de la Agencia de Salut Pública de Catalunya, que se ha llevado a cabo en 48 oficinas de farmacia de 23 localidades de Cataluña, desde abril de 2009 hasta julio de 2012 se han realizado pruebas a 6.133 personas, el 47% entre los 30 y 49 años y el 90% con prácticas sexuales de riesgo, explicó Benet Rifá, director del programa.

El farmacéutico comunitario Guillermo Bagaria, responsable de una de estas farmacias, con casi 800 pruebas realizadas, ha destacado que la accesibilidad y la proximidad del farmacéutico, así como la inmediatez de la prueba son ventajas decisivas para el éxito del programa. “El test es anónimo, tarda 20 minutos, se realiza en el despacho del farmacéutico de forma confidencial y personalizada y cuesta 10 euros”. Además, ha añadido, “el beneficio de la intervención sanitaria del farmacéutico, que mejora la percepción del riesgo por parte del usuario ante el VIH”.

Según la OMS, en 2020 el 78% de los españoles tendrá una enfermedad crónica y serán la gran carga del sistema sanitario. Con estas cifras, el Ministerio de Sanidad ha elaborado la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el SNS, y así reorientar el modelo sanitario del paciente agudo al paciente crónico. En este escenario, “el farmacéutico y el buen uso del medicamento son claves para optimizar la terapia farmacológica en estos pacientes, especialmente en la atención a los pacientes polimedicados", según Albert Ledesma, responsable del programa del paciente crónico complejo del Departament de Salut de la Generalitat de Cataluña.

Antonio Aranzana, director del CAP Pare Claret de Barcelona, ha explicado el proyecto que están desarrollando en este centro. “Vimos que aparte del médico, la enfermera, el gestor de pacientes, el trabajador social y los hospitales, había otros profesionales que también debían intervenir en la atención del paciente crónico, como el farmacéutico comunitario, que dispone de una información que no tenemos en atención primaria y que debemos aprovechar”.

Esther Amado, farmacéutica y vicepresidenta de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), ha abundado en la necesidad de que los farmacéuticos trabajen con los médicos y las enfermeras de los centros de salud, si bien ha recalcado que, para ello, “es esencial facilitarles el acceso a la información necesaria para poder desarrollar sus funciones y poder cooperar en el seguimiento del paciente crónico”.

Por su parte, Paqui Moreno, farmacéutica y presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) de Cataluña, ha abogado por “garantizar la continuidad de los cuidados y una atención integral con la implicación de todos los agentes de salud e incluso del propio paciente y su familia y cuidadores, pero para ello es necesario habilitar instrumentos y cauces de coordinación entre los diferentes niveles de atención sanitaria que sean efectivos para alcanzar este objetivo”.