FARMACOLOGÍA
La formación, clave para el buen uso de los opioides en el abordaje del dolor crónico
JANO.es · 06 mayo 2014
La Sección Colegial para el Estudio y el Tratamiento del Dolor del Colegio de Médicos de Tarragona organiza un curso sobre estos fármacos.
La Sección para el Estudio y Tratamiento del Dolor del Colegio de Médicos de Tarragona, con la colaboración, entre otros, de Grünenthal , impartió recientemente un curso sobre opioides, fármacos indicados para el tratamiento del dolor de intensidad moderada-severa y, sobre todo, del dolor crónico.
Tal como explicó el Dr. Josep Fuentes, jefe del Servicio de Anestesia del Pius Hospital de Valls de Tarragona y codirector del curso, “si los pacientes refieren una intensidad moderada o baja, hay otros fármacos que son igual de efectivos y pueden presentar menos efectos secundarios”.
En el curso, se exploraron las perspectivas de futuro en el tratamiento del dolor. Así, el Dr. Emilio García Quetglas, director europeo de Innovación Terapéutica de Grünenthal, "señaló que el futuro de los opioides está centrado en tres ejes: buscar nuevas dianas terapéuticas; impedir desde la periferia que el estímulo doloroso alcance el sistema nervioso central, y, por último, modificar la manera en que el opioide interactúa con su receptor para maximizar la eficacia analgésica y minimizar los efectos secundarios”.
Fármacos efectivos
Según añadió el Dr. García Quetglas, “los opioides son imprescindibles en el tratamiento del dolor a pesar de que su difusión es muy variable, especialmente en el sur de Europa. No obstante, el incremento de la esperanza de vida y el aumento de las patologías dolorosas asociadas, hace que su uso sea cada día más necesario”.
Los efectos secundarios que refieren los pacientes son problemas de tipo gastrointestinal (nauseas, vómitos o estreñimientos), somnolencia, sedación o mareos. La aparición de algunos de estos efectos adversos, así como la falta de información, han provocado que se generen tabúes y reticencias a la hora de prescribir opioides. “Existe una percepción social negativa en torno a estos fármacos que hay que intentar transformar a través de la formación, la coordinación y la implicación entre los profesionales médicos de distintas especialidades”, subraya el doctor Fuentes.