REPRODUCCIÓN ASISTIDA
Médicos turcos logran el primer embarazo en un útero trasplantado
JANO.es · 16 abril 2013
Aunque el trasplante fue anunciado en agosto de 2011, la comunidad científica no dio crédito a la noticia hasta el pasado mes de febrero, tras publicarse la información en 'Fertility and Sterility'.
Médicos turcos han logrado que un embrión se implante en un útero trasplantado, tal y como anunciaron el pasado viernes los especialistas de la Universidad de Akdeniz (Antalya, Turquía).
Derya Sert, de 22 años, nació sin útero por culpa del síndrome de Rokitansky –que afecta a 1 de cada 5.000 nacidas–. El 8 de agosto de 2011, un equipo de ocho médicos consiguió trasplantarle el útero de una mujer fallecida y veinte días después, la joven Derya empezó a tener menstruaciones normales, lo que demostraba que el útero era funcional.
Aunque los médicos turcos anunciaron el trasplante en agosto de 2011, la comunidad científica desconfió hasta que la información fue publicada en Fertility and Sterility –revista de referencia en este campo– el pasado mes de febrero, un año y medio después del trasplante.
“La cirugía del trasplante fue el mayor reto en todo este proceso, debido a las infecciones o el rechazo que podían producirse”, explica a SINC la doctora Münire Erman Akar, especialista en fertilidad de la universidad de Akdeniz. Si el embarazo tiene éxito, el niño nacerá por cesárea, y tras su nacimiento se le quitará el útero a Derya para evitar futuras complicaciones o rechazos.
La mayor dificultad de este embarazo reside en la medicación que se debe tomar para evitar el rechazo del órgano –como en cualquier trasplante– y que podría afectar al feto.
De madre a hija
Aunque Derya fue la primera mujer trasplantada de útero –y ahora la primera en estar embarazada– un equipo de médicos suecos está cerca de conseguir el mismo resultado con dos pacientes a las que sus madres les donaron los úteros.
El trasplante de útero no está exento de polémica, pero si el bebé de Derya nace sano podría ser el primer paso para que los miles de mujeres que carecen de útero en el mundo logren tener hijos.
Así y todo, algunos médicos defienden que los riesgos de un trasplante, así como los recursos que requiere, sólo deben asumirse para salvar vidas o mejorar la calidad de vida de los pacientes.