CIRUGÍA ROBÓTICA
JANO.es · 06 marzo 2012
Un estudio publicado en 'Journal of Urology' subraya las ventajas de la cirugía robótica frente a otras dos técnicas en extirpaciones de próstata y riñón, aunque evidencia que los costes se incrementan en varios miles de dólares.
Los pacientes que se someten a operaciones de riñones o próstata asistidas por robots tienen estancias hospitalarias más cortas y menos riesgo de tener que recibir transfusiones sanguíneas o de morir, aunque la factura es considerablemente mayor, según un estudio.
El análisis, publicado en Journal of Urology, comparó la cada vez más común cirugía robótica con otras dos técnicas para la misma intervención y halló que los costes directos podían incrementarse en varios miles de dólares en la operación asistida por robots.
La cirugía robótica reemplaza las manos de un cirujano con herramientas de gran precisión situadas en los extremos de brazos mecánicos, controlados desde una consola por el médico.
"Creo que el mensaje principal es que la cirugía robótica tiene ciertos resultados positivos en comparación con operaciones abiertas o laparoscopias", afirmó el responsable del estudio, Jim Hu, del Brigham and Women's Hospital, en Boston.
Hu y su equipo analizaron datos de operaciones para ver si la costosa cirugía robótica era rentable y proporcionaba beneficios extras frente a técnicas tradicionales.
Durante los últimos tres meses de 2008 -los datos más recientes disponibles que permitían una comparación rigurosa- más de la mitad de todas las intervenciones de próstata fueron realizadas con robots. Alrededor del 3% de los pacientes de próstata se sometieron a una operación tradicional de laparoscopia y el 44% a una cirugía abierta.
Entre los pacientes a los que se les quitó la próstata, ninguno murió tras una operación por laparoscopia o robótica, mientras que dos de cada 1.000 murieron tras una cirugía abierta.
Alrededor del 5% de los hombres que se sometieron a una operación abierta necesitaron una transfusión sanguínea, frente a menos del 2% en el caso de la cirugía robótica. Asimismo, el grupo que se sometió a una operación abierta permaneció en el hospital alrededor de un día más que aquellos que se sometieron a una operación asistida por ordenador.
El inconveniente fue el precio: la extirpación de próstata con robots costaba un promedio de 10.000 dólares (7.578 euros), unos 700 dólares (530 euros) más que una laparoscopia y 1.100 (833 euros) más que una operación abierta.
Para la extracción de riñón, la cirugía robótica cuesta 13.900 dólares (10.533 euros), 2.700 dólares (2.046 euros) más que una laparoscopia y 1.300 (985 euros) más que una operación abierta.