El alcohol no es el único causante de cirrosis, una patología por la que la grasa acumulada en el hígado excede de la capacidad de este órgano para eliminarla.

Ahora, la compañía OWL Genomics, en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona y el centro de investigaciones CIC bioGUNE, ha ideado un nuevo método de diagnóstico no invasivo para identificar y realizar un seguimiento de la enfermedad de hígado graso no alcohólico. Es el primer test que determina el estadio de la enfermedad con un análisis de sangre.

Según Azucena Castro, directora de Owl Genomics, “se trata de un método eficaz y no invasivo que permite realizar un seguimiento periódico de los pacientes evitando los costes y las complicaciones de otras pruebas diagnósticas invasivas”.