ONCOLOGÍA
JANO.es · 25 noviembre 2010
La caveolina‐1 está implicada en la propagación tumoral en el sarcoma de Ewing, un cáncer óseo muy agresivo que afecta a niños y jóvenes.
Un estudio coordinado por científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) ha dado un paso adelante en el conocimiento de los mecanismos que hacen posible la metástasis en un cáncer.
El trabajo, que se publica en el último número de la revista norteamericana Molecular Cancer Research, relaciona la caveolina-1, una proteína presente en la membrana de las células, con la metástasis del sarcoma de Ewing. Esta es una enfermedad muy agresiva, caracterizada por metástasis en fases muy iniciales, que afecta fundamentalmente a niños y jóvenes. Los índices de curación son muy bajos.
El estudio demuestra que la caveolina-1 tiene un papel fundamental en la regulación de la habilidad de las células tumorales para migrar, invadir la matriz extracelular y colonizar órganos distantes como por ejemplo los pulmones. Este es el primer estudio que evalúa el papel de la caveolina-1 en la metástasis del sarcoma de Ewing.
El coordinador del estudio, Óscar Martínez Tirado, jefe del grupo de investigación en Sarcomas del IDIBELL, destaca que “los resultados añaden relevancia al papel determinante de la caveolina-1 en la biología del sarcoma de Ewing". Martínez Tirado añade que “hasta ahora se conocía su implicación en la oncogènesis y en su resistencia a la quimioterapia y ahora se suma su actividad en la metástasis”. Un estudio anterior publicado por el mismo grupo demostró que la caveolina-1 es la responsable de la resistencia a la quimioterapia que desarrollan las células tumorales del sarcoma de Ewing.
Esta enfermedad es el segundo cáncer de huesos infantil más frecuente. Representa entre un 2% y un 3% de todos los tumores infantiles, tiene una incidencia anual de 0,6 casos por millón de habitantes y su pronóstico es grave. A menudo se disemina a otras partes del cuerpo, especialmente a la médula ósea, los pulmones, los riñones, el corazón y la glándula suprarrenal.
El estudio, que ha contado con la participación de investigadores del Instituto de Investigación Valle de Hebrón, del St Jude Children's Research Hospital de Memphis, Tennessee y del Georgetown University Medical Center de Washington, ambos en Estados Unidos, abre una vía al desarrollo de nuevos fármacos para evitar la metástasis en el sarcoma de Ewing.