XII REUNIÓN DE LA SECCIÓN DE ELECTROFISIOLOGÍA Y ARRITMIAS DE LA SEC
La restricción del gasto sanitario frena la implantación de nuevos anticoagulantes, según la SEC
JANO.es · 17 abril 2013
Mientras que los antivitamina K tienen un coste de 3 euros mensuales, los nuevos fármacos cuestan entre 80 y 90.
El presidente de la Sociedad Española del Corazón (SEC), Vicente Bertomeu, ha advertido de que la restricción del gasto sanitario en España está "frenando paulatinamente" la implantación de nuevos anticoagulantes, y ha recordado que aunque esté previsto que en los próximos meses entren en el mercado nuevos fármacos, como apixaban, las actuales políticas de austeridad están "frenando" su implantación.
De hecho, ha proseguido, mientras que los antivitamina K tienen un coste de 3 euros mensuales, los nuevos fármacos cuestan entre 80 y 90 euros mensuale, un precio que, según este especialista, ralentiza su incorporación en el mercado, pese a que se ha demostrado que estos nuevos anticoagulantes son "tan eficaces" como los antivitamina K en la prevención del ictus y, además, reducen la hemorragia intracraneal y no necesitan controles periódicos.
Bertomeu se ha pronunciado así durante la XII Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, donde, además, ha alertado de que la reducción del gasto sanitario tendrá efectos "negativos" en el tratamiento de los pacientes, especialmente en las enfermedades de alto riesgo y crónicas como, por ejemplo, las arritimias.
"Aunque las autonomías prioricen en el coste de los tratamientos hay que tener también una visión a medio y largo plazo integrando todas las variables que determinan el coste final. Nuestra prioridad debe residir en el beneficio del paciente, ya que a la larga también significará una reducción del coste", ha apostillado.
450.000 personas
En España unas 450.000 personas reciben un tratamiento con anticoagulantes. A la gran mayoría se les administra para tratar la fibrilación auricular y evitar así el riesgo de ictus.
Por su parte, el presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, Ángel Moya, ha señalado que "son diversos estudios americanos los que han señalado que en 2050, la población que padecerá fibrilación auricular se habrá duplicado o incluso triplicado, lo que provocará un aumento considerable de pacientes que deban usar algún tipo de fármaco anticoagulante", ha explicado