Martes, 16 de Abril del 2024

Últimas noticias

VACUNAS

Resultados con la vacuna contra la infección tuberculosa latente

JANO.es · 30 mayo 2008

Según el Dr. Pere-Joan Cardona, además de reducir el período de tratamiento antibiótico, la vacuna podría curar la enfermedad

Cada año más de 50.000 españoles presentan una parada cardíaca extrahospitalaria, de los que menos de la mitad recibe tratamiento y a menos del 10% se le aplica con éxito las técnicas de resucitación cardiopulmonar (RCP) que les permiten regresar a sus hogares para llevar una vida productiva, según los datos recogidos en un artículo publicado en Medicina Clínica (2008;130(18):710-4).

Estos pobres resultados se han modificado poco en los últimos años, a pesar de la fuerte inversión en recursos materiales y humanos realizada por las autoridades regionales y estatales. Por lo tanto, como afirman sus autores, los doctores J.A. Álvarez- Fernández, del Hospital Hospiten-Rambla (Tenerife), y Raúl J. Gazmuri, del North Chicago VA Medical Center and Medical Service (EE.UU.), “la resucitación después de una parada cardíaca continúa representando un reto formidable, con una necesidad urgente de modificar de forma sustancial un resultado tan triste”.

Evento coronario agudo 
El artículo recuerda que el mayor potencial para reducir el desfavorable pronóstico de la parada pasa por actuar sobre los procesos que se sabe que tienen un alto riesgo de producirla, pero esta prevención no consiste sólo en el control de los factores de riesgo de las enfermedades que la originan, sino también en el reconocimiento precoz por parte de la población y de los profesionales sanitarios de cualquier situación que pueda afectar a la vida, a fin de evitarla o iniciar sin demora las maniobras de RCP.

Así, los doctores Álvarez-Fernández y Gazmurri explican que más del 90% de los episodios de parada no traumática en adultos que ocurren fuera del hospital se producen como resultado de eventos cardíacos primarios que ocasionan fibrilación ventricular, actividad eléctrica sin pulso o asistolia. El mecanismo precipitante es a menudo un accidente coronario agudo y el reconocimiento precoz de sus síntomas y signos puede servir para activar el sistema de emergencias, lo que permitiría evitar o tratar cuanto antes la parada y llevar al hospital al paciente inicialmente resucitado para completar su tratamiento. Los esfuerzos para educar a la población en el reconocimiento de estos síntomas y en la activación precoz del sistema de emergencias, junto con la promoción del conocimiento de la RCP entre las personas que podrían intervenir en primer lugar ante esta situación, pueden tener un impacto favorable en el pronóstico.

Restaurar la vida 
Pero cuando fallan los esfuerzos para evitar la parada cardíaca y los reanimadores se enfrentan al reto de intentar restaurar la vida, el tratamiento rápido de la causa desencadenante (por ejemplo, la desfibrilación eléctrica de la fibrilación ventricular o ventilación de la asfixia) “puede ser absolutamente efectivo y permitir restablecer con éxito la actividad cardíaca, sin que se necesite ninguna intervención adicional o sólo una mínima. Sin embargo, en los casos en que la resucitación se inicia tras intervalos prolongados de parada no tratada (como ocurre en la mayoría de las extrahospitalarias), la capacidad de restablecer la actividad cardíaca depende de la generación, con medios artificiales, de flujos sanguíneos coronarios por encima de un umbral crítico de resucitabilidad”. 

Disfunción multiorgánica 
Por último, los autores recuerdan que a pesar de todos los esfuerzos de optimización, los pacientes “resucitados” presentarán diferentes grados de disfunción multiorgánica, especialmente miocárdica y cerebral, y requerirán de la aplicación de los denominados “cuidados posresucitación”, que incluyen el correcto mantenimiento de las funciones vitales, el control térmico, la sedoanalgesia, el tratamiento antiarrítmico y antiepiléptico, el control metabólico y el control de la coagulación.

En concreto, resaltan que la hipotermia es una forma muy efectiva de reducir los requerimientos metabólicos, lo que permite a los tejidos resistir durante más tiempo sin oxígeno o flujo sanguíneo mediante la disminución de las necesidades energéticas, la activación de vías de supervivencia y la modulación de la inflamación.

Mejorar el pronóstico

En su artículo, los autores revisan las particularidades de la parada cardíaca extrahospitalaria y recuerdan que la aplicación de los conocimientos científicos disponibles en resucitación ha demostrado tener una repercusión favorable en la supervivencia. Sin embargo, algunos de los procedimientos que han conseguido reducir en otros países la mortalidad no son empleados de forma suficiente en el nuestro.

En concreto, y junto con el establecimiento de estrategias realmente enérgicas para la desfibrilación precoz, enumeran otros 4 aspectos de la resucitación que tienen el mayor potencial para mejorar el pronóstico:

1. La prevención de la parada mediante el reconocimiento temprano de los signos de alarma e intervención oportuna. 
2. La resucitación orientada hacia el flujo sanguíneo, con un papel limitado de la ventilación. 
3. La aplicación de la tecnología para guiar las intervenciones en resucitación. 
4. El empleo de hipotermia.

Copyright © 2024 Elsevier Este sitio web usa cookies. Para saber más acerca de nuestra política de cookies, visite esta página

Términos y condiciones   Politica de privacidad   Publicidad

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?