Los catarros de larga duración que derivan en rinosinusitis deben tratarse sintomáticamente con corticoides intranasales. No así, si bien ocurre con mucha frecuencia, con antibióticos, “pues no tienen ningún efecto y suponen un coste mayor de tratamiento”, según el Dr. Joaquim Mullol, coordinador de la Unidad de Rinología y Clínica del Olfato del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Clínico de Barcelona.

 

Un 2% de la población con resfriado padecerá rinosinusitis aguda en España, lo que sitúa la incidencia en 1,8 millones de casos anuales. Esta afección se produce especialmente en invierno, debido a la conjunción de frío y cambios de temperatura, produciendo síntomas como congestión y obstrucción nasal, picor y estornudos.

 

La rinosinusitis aguda puede verse acompañada de otros síntomas secundarios como la conjuntivitis, tos seca, dolor de cabeza, inflamación de la mucosa nasal, pérdida de olfato, problemas de sueño y afectación de los oídos o la garganta, entre otros.

 

Si no hay complicaciones, estas afecciones se curan tras un período de tres a siete días. Sin embargo, si el resfriado dura más de cinco días y menos de 12 semanas, puede tratarse de una rinosinusitis aguda, en la que suele haber como base un proceso inflamatorio, por lo que debe tratarse con corticoides intranasales. A este respecto, el Prosinus, reciente estudio epidemiológico y prospectivo español coordinado por el Dr. Mullol, establece que el coste del tratamiento de la rinosinusitis asciende a 800 euros anuales por paciente, causado por el uso excesivo de antibióticos.

 

De hecho, se estima que el 60% de los médicos de Atención Primaria y un 43% de los otorrinolaringólogos prescriben de entrada antibióticos y otros tratamientos, como los mucolíticos, sin conseguir el efecto deseado. Todo ello sin olvidar que el mal uso de los antibióticos conlleva a la aparición de resistencias en el organismo.