ELECTROMEDICINA E INGENIERÍA CLÍNICA
JANO.es · 05 mayo 2014
La instalación de estos equipos en lugares públicos y, más recientemente, en oficinas de farmacia, se ha estandarizado en los últimos años, pero sigue sin existir una normativa nacional al respecto.
La instalación de desfibriladores automáticos en lugares públicos y establecimientos sanitarios, como oficinas de farmacia, se ha estandarizado en los últimos años, pero sigue sin haber una normativa nacional que controle su mantenimiento, según ha alertado la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC), que insta al Gobierno a desarrollar un marco legal nacional sobre desfibriladores.
"Cada comunidad autónoma ha elaborado su propia legislación en este sentido pero el entramado de la implantación de desfibriladores semiautomáticos en lugares públicos no sigue un estándar nacional. Incluso, conforme a la normativa europea, son los propios ayuntamientos los que pueden crear estos espacios saludables implantando esta aparatología, pero, tan importante como la inclusión de esta tecnología en zonas muy concurridas es su mantenimiento para que su funcionamiento sea perfecto en caso de que sea necesaria su utilización", explica Jesús Lucinio Manzanares, presidente de la SEEIC.
A juicio del presidente de esta sociedad científica, "son los centros de evaluación de tecnologías los que deberían revisar esta implantación". "Esta aparatología", añade, "está siendo ubicada en lugares públicos como aeropuertos, pero hay que tener especial cuidado a la hora de revisar esta implantación, sobre todo cuando los contratos de mantenimiento en estos lugares no se renuevan debido a la actual coyuntura económica".
Los desfibriladores automáticos disponen de una batería y electrodos que tienen fecha de caducidad y, por lo tanto, cada determinado tiempo, según indique el fabricante, deben cambiarse; además, en algunos dispositivos es necesario hacer descargas para comprobar que la potencia es la adecuada y también es necesario revisar la caducidad del gel que incluyen los electrodos.
Asimismo, es necesario diferenciar este tipo de aparatos de los desfibriladores convencionales que utiliza el personal asistencial, y en los que es el especialista quien decide el tipo de descarga e intensidad.
►Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC)