HEPATOLOGÍA
JANO.es · 28 octubre 2011
Los expertos en medicina penitenciaria destacan que el número de pacientes ha descendido del 48% al 23% en los últimos quince años.
La población reclusa continúa siendo uno de los grupos de pacientes con mayor prevalencia de infección por el virus C de la hepatitis (VHC), con porcentajes que alcanzan el 20 y el 25%, frente al 1’5% del resto de la población.
No obstante, y según apunta la Dra. Inmaculada Faraco, médico del Centro Penitenciario de Sevilla, “el número de pacientes con hepatitis C entre la población penitenciaria ha disminuido de forma importante en los últimos años como consecuencia de la reducción del porcentaje de internos adictos a las drogas por vía parenteral. Ha pasado de afectar al 48% de la población reclusa en los años noventa, al 22,7% del momento actual”.
Los especialistas pueden ayudar a que esta cifra siga disminuyendo a través de “la información sobre los posibles mecanismos de transmisión entre los internos así como indicando las medidas que pueden evitar el contagio”, aduce la Dra. Faraco. “De igual forma”, añade, “el conocer la existencia de un tratamiento eficaz para combatir la enfermedad propicia una actitud positiva del enfermo frente a la decisión de iniciar la medicación pese a la existencia de los efectos secundarios adversos”.
“El Peginterferón es, en la actualidad, un fármaco imprescindible para combatir la hepatitis C. Hasta la fecha, ha sido la base del tratamiento y, en este momento, en el que van a aparecer nuevos medicamentos antivirales de acción directa, continúa manteniendo su papel fundamental como triple terapia, ya que la utilización de las nuevas opciones sin interferón estará limitada por el riesgo de aparición de resistencias virales, sobre todo en aquellos pacientes que no han respondido previamente al tratamiento”, explica la Dra. Faraco.
La elección del Peginterferon será un factor importante también en la era de la triple terapia. Los datos de algunos estudios comparativos, así como del metaanálisis de la Cochrane apuntan a una mayor eficacia del Peginterferón α2a vs el α2b.
Los pacientes infectados por VHC en prisión son, mayoritariamente, hombres jóvenes, con una edad media de 40 años, que han adquirido la enfermedad a edades muy tempranas a través del consumo de drogas por vía parenteral.