• 

Los accidentes de tráfico, los ahogamientos y las intoxicaciones son las principales causas de muerte en los niños españoles, según indicó ayer el doctor Jorge Parise, miembro del Comité de Seguridad y Prevención del Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

A las citadas tres causas de mortalidad entre los niños -de 0 a 19 años de edad- le siguen las caídas, las quemaduras y diferentes lesiones relacionadas con el ambiente, afirmó Parise durante la rueda de prensa de presentación del 59º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se celebra en Gran Canaria del 3 al 5 de junio.

Aunque la primera causa de muerte son los llamados accidentes de tráfico, la tasa de fallecimientos "va disminuyendo" porque en los últimos años se han aplicado las medidas que se reconocen como las "mejores para prevenir las lesiones en la infancia".

Los ahogamientos representan un 8% de los fallecimientos infantiles y se producen principalmente en las piscinas particulares, concretamente, en un 73% de los casos, debido a que estas instalaciones "no están adecuadamente preparadas". Una simple valla podría lograr hasta un 95% más de protección, asegura el experto.

Parise también se refirió a los deportes acuáticos, ya que cada año aumentan las estadísticas de lesiones en los niños. A modo de ejemplo, indicó que un niño que practique submarinismo o buceo no podrá hacerlo más de 10 minutos en aguas frías y más de 25 en aguas cálidas, recomendándolo a mayores de 12 años, principalmente el submarinismo. Respecto a las intoxicaciones, su causa es el "uso indiscriminado" de sustancias tóxicas, medicamentos y otras.

También se refirió a las lesiones producidas por caídas con la bicicleta o asociadas a la práctica de deportes acuáticos. Este tipo de lesiones dejarán secuelas importantes en el sistema nervioso central en un 25% de los caos. Principalmente, los accidentes con la bicicleta se deben al hecho de no utilizar casco porque la legislación "realmente es absurda, (el casco) es únicamente obligatorio en las carreteras comarcales, no en las ciudades y en los pueblos".

"Por cada niño que fallece por una lesión en zonas de recreo o en el hogar, otros 2.000 ingresan en los servicios de urgencia o son atendidos en los centros de salud", subrayó.

Estos accidentes podrían evitarse, en gran medida, a través de una mejora de la ingeniería y la legislación. En relación a la ingeniería, subrayó que es la que "prepara el medioambiente con sistemas adecuados para prevenir o evitar", que se produzcan los accidentes.

En cuanto a la educación, "no tiene sentido un sistema de prevención que no incluya al más importante que es el niño pero también es función de los médicos educar a los gobernantes". "Es tal la dispersión de administraciones que existen, que se ocupan de estos temas, que al final resulta que es muy ineficiente", agregó.

Finalmente, en relación a la legislación apuntó que se trata de una "baza importantísima" porque además de "legislar, hay que aplicar la legislación".