NEFROLOGÍA
JANO.es · 03 marzo 2009
Un estudio publicado en The Lancet asocia la reducción de la presión arterial con una disminución de los episodios y muerte cardiovasculares
Según se desprende del metanálisis de 8 estudios llevado a cabo por investigadores del George Institute for International Health de la Universidad de Sydney (Australia) y publicado en la edición digital de The Lancet (doi:10.1016/S0140-6736(09)60212-9), los pacientes sometidos a hemodiálisis debería ser tratada de manera rutinaria con fármacos antihipertensivos, medicación que podría protegerles de la presentación de episodios cardiovasculares fatales y no fatales.
Los estudios evaluaron los efectos de reducir la presión arterial en un total de 1.679 pacientes adultos en programas de hemodiálisis. El número total de episodios se elevó hasta los 495, si bien los autores hallaron evidencias de que el tratamiento antihipertensivo se asociaba con una reducción del riesgo de complicaciones cardiovasculares, muerte cardiovascular y muerte por cualquier causa.
En siete de los estudios, los pacientes sometidos a tratamiento antihipertensivo experimentaron una disminución promedio de 4,5 mmHg de la presión arterial sistólica (PAS) y 2,3 mmHg de la presión arterial diastólica (PAD). Los efectos protectores del amplio rango de medicamentos antihipertensivos evaluados en los ocho estudios fueron similares con independencia de la presencia de HTA y de otros factores de riesgo.
Como concluye el Dr. Vlado Perkovic, director de la investigación, “si nuestros datos se aplican a una población amplia de pacientes en diálisis con una tasa de mortalidad anual de casi un 10%, calculamos que el tratamiento para reducir la presión arterial podría prevenir dos de las 10 muertes esperadas por cada 100 pacientes y año. El beneficio absoluto será mayor para los individuos con mayor riesgo absoluto, y mucho más elevado que el asociado con otras intervenciones de uso rutinario”.
Cada año, entre el 10% y el 20% de los pacientes en hemodiálisis fallecen, en la mitad de los casos por causas cardiovasculares. Y aún en la actualidad no se han hallado tratamientos que puedan reducir dicho riesgo.