NUTRICIÓN
JANO.es · 04 agosto 2009
La salmonella causa más del 70% de los brotes de enfermedades de origen alimentario
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social, ha presentado en el día de hoy una lista de “consejos útiles” para evitar las intoxicaciones por salmonella y anisakis en verano, una época en la que las altas temperaturas pueden elevar el riesgo de sufrir estos problemas.
No en vano, la salmonella causa más del 70% de los brotes de enfermedades de origen alimentario, a pesar de que el uso de huevo crudo en mayonesas está prohibido en restaurantes desde 1991. Así, y para evitarla, Sanidad recomienda utilizar sólo huevos convenientemente envasados y etiquetados. “Actualmente, es voluntario que la fecha de puesta de los huevos aparezca en la propia cáscara, pero sin duda constituye una buena garantía. Cuanto más reciente sea esta fecha menos tiempo tendrían para multiplicarse los microorganismos”, en caso de existir, puntualizan desde Sanidad.
También recomiendan conservar los huevos en el frigorífico y no guardar restos de salsas. “Si se prepara más cantidad del plato de la que se va a consumir de inmediato, la AESAN recomienda aderezar con la salsa sólo la parte que se va a comer a continuación y reservar el resto sin salsa. Es el caso, entre otros, de la ensaladilla rusa”.
Antes de utilizar el huevo, conviene “lavar la cáscara con agua y detergente y secar bien, antes de cascar” y tener cuidado “para que no caigan trozos o restos de cáscara ni en la clara ni en la yema. Es necesario añadir a la salsa vinagre o limón para acidificarla y así inactivar posibles gérmenes”.
Anisakis
Por su parte, y con objeto de evitar el anisakis, a pesar de que los restaurantes están obligados por ley a congelar el pescado que se va a servir crudo (tipo sushi), marinado (boquerones en vinagre) o poco cocinado y a informar de este hecho a sus clientes, conviene comprar el pescado limpio y sin vísceras, cocinarlo para eliminar el parásito y congelarlo antes, si se va a comer crudo o semicrudo.
En este sentido, recuerdan que no causan la enfermedad, aunque se consuman crudos y sin congelación previa, los moluscos bivalvos, como ostras, mejillones o almejas; los pescados de ríos, lagos o piscifactorías, como truchas o carpas; las semiconservas, como las anchoas; y los pescados desecados salados, como bacalao o mojamas.