IDIAP JORDI GOL
Desarrollan un instrumento para la detección de ancianos frágiles en las consultas de atención primaria
JANO.es · 05 noviembre 2014
La dificultad en la movilidad, la polimedicación y la falta de funcionalidad para las actividades de la vida cotidiana, factores predictivos.
Un estudio del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria IDIAP Jordi Gol ha desarrollado un cribado de fragilidad en ancianos aplicable en las consultas de atención primaria. El Dr. Francisco Orfila, investigador del IDIAP y autor principal del proyecto, recuerda que "este instrumento, como medida para evaluar riesgos, conduce a una mejor toma de decisiones de los profesionales de la salud y a una mejor calidad de vida de las personas. Por lo tanto, un enfoque preventivo reduciría el uso de los servicios de los hospitales de agudos y los ingresos a instituciones, y mejoraría a la vez la gestión de las enfermedades crónicas".
La investigación, basada en un seguimiento de 7 años, determinó qué porcentaje de pacientes había muerto, qué porcentaje había ingresado en una residencia, cuántos pacientes habían entrado en un programa de atención domiciliaria y cuántos seguían viviendo en su casa.
El instrumento de cribado, diseñado por profesionales de enfermería y de medicina, evalúa en poco más de 8 minutos de visita, los siguientes factores: visión, audición, capacidad cognitiva, situación afectiva, incontinencia, funcionalidad en actividad de la vida diaria, caídas, ingresos hospitalarios, apoyo social, polimedicación, nutrición y salud percibida. El punto de corte para considerar el cribado como positivo en la detección de la fragilidad fue tener tres aspectos afectados.
El 56% de la muestra, unos 700 pacientes, eran mujeres con una media de edad de 76,7 años. El 55% de los sujetos estudiados tenía tres o más aspectos del cribado de fragilidad afectados. Al cabo de 7 años de seguimiento, el 36,6% hubo de entrar en un programa de atención domiciliaria o bien había fallecido. El 63,4% restante seguía viviendo en su casa.
Aplicación sencilla
El estudio concluye, por una parte, que los aspectos más determinantes para ingresar en una residencia son la falta de movilidad, la comorbilidad y el riesgo social; y por otro, que los aspectos que recomiendan que el paciente se incluya en programas de atención domiciliaria son la falta de movilidad y de funcionalidad para desarrollar las actividades instrumentales de la vida diaria. Finalmente, los más predictivos de mortalidad eran la falta de funcionalidad para realizar las actividades de la vida diaria, básicas e instrumentales, y la polimedicación.
Para los autores del estudio, "el instrumento diseñado resultó rápido de aplicar en la consulta de atención primaria, y demostró ser útil para prever acontecimientos negativos de fragilidad. Por ello, aplicarlo permitiría diseñar actuaciones preventivas".
El mismo Dr. Orfila destaca que "el estudio nos ha permitido detectar que con actuaciones preventivas (como revisar la medicación de los pacientes, realizar ejercicio físico, cuidar la nutrición y disponer de una buena red social de apoyo) aplicadas a los pacientes ayudaríamos a mantener su autonomía, porque mejoraríamos la movilidad, la capacidad funcional y disminuiríamos la polimedicación que toman".