PUBLICADO EN 'JOURNAL OF AMERICAN COLLEGE OF CARDIOLOGY'
Descubren que el corazón presenta dos reacciones edematosas al infarto, y no una como se creía
JANO.es · 17 noviembre 2014
Hasta este trabajo se daba por hecho que se producía una reacción edematosa, con un incremento del contenido de agua y células inflamatorias en el tejido infartado, y que ésta permanecía estable durante al menos una semana.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han demostrado que el corazón reacciona en dos fases tras un infarto, contrariamente a lo que se pensaba hasta ahora, lo que podría llevar a cambiar el tratamiento según los días que hayan pasado desde el evento.
Hasta este trabajo se daba por hecho que tras un infarto se producía una reacción edematosa, con un incremento del contenido de agua y células inflamatorias en el tejido infartado, y que ésta permanecía estable durante al menos una semana, hasta que desaparecía de modo paulatino.
Sin embargo, los cardiólogos Borja Ibáñez y Valentín Fuster han hecho uso de la tecnología de imagen más avanzada para demostrar que este dogma es incorrecto, y que el corazón presenta dos reacciones edematosas diferenciadas y separadas en el tiempo.
El estudio, cuyas conclusiones se publican en Journal of American College of Cardiology, es fruto de una línea de investigación iniciada hace 8 años en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, basada en el uso de la resonancia magnética para visualizar el edema post-infarto.
Inicialmente, esta reacción inflamatoria se observaba de manera muy diferente en función del día post-infarto en el que se realizaba el estudio. "Entonces atribuimos estas diferencias a problemas técnicos de la implementación de estas secuencias nuevas de resonancia magnética, ya que el dogma establecido de la reacción del corazón tras un infarto dictaba que ésta debía ser estable durante al menos 10 días", explica el Dr. Ibáñez.
Estudio sin sesgos
Ahora, no obstante, y a partir de un modelo experimental muy similar al humano, han observado que el tejido miocárdico presenta, en primer lugar, una reacción aguda muy exagerada, caracterizada por el desarrollo inmediato de edema, lo que hace que el tejido infartado duplique su volumen en pocos minutos.
"Observar de manera directa, en vivo, cómo el miocardio infartado duplica su tamaño y tiene una reacción edematosa tan importante te hace comprender de manera visual el daño por reperfusión. Una imagen vale más que mil palabras", indica el Dr. Ibáñez. Esta reacción tan aguda desaparece en menos de 24 horas, momento en el que ni la resonancia magnética ni la anatomía patológica permiten visualizarla.
La segunda reacción, cuatro días después
Pero lo que de veras sorprendió a Ibáñez y Fuster fue observar que, cuatro días después del infarto, el tejido cardíaco presenta una nueva reacción edematosa/inflamatoria, que alcanza su cota máxima una semana después del evento. De hecho, esta segunda reacción edematosa a los 7 días es tan intensa como la primera.
Los investigadores creen que este hallazgo abre la puerta a nuevos tratamientos, y que debería aplicarse ya a terapias orientadas a bloquear selectivamente una u otra reacción edematosa/inflamatoria en momentos diferentes tras el infarto, "algo contrario a lo que se realiza hoy en día cuando los pacientes son tratados de manera similar durante todo el periodo post-infarto", apunta el Dr. Ibáñez.