DIABETES
Desvelan un vínculo entre el microbioma y la diabetes tipo 1
JANO.es · 20 febrero 2015
El análisis de la composición de la microbiota muestras que en los individuos que desarrollaron DM1 se dio una caída del 25% en la diversidad de la comunidad bacteriana.
En un estudio longitudinal del microbioma, investigadores del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y Harvard; el Hospital General de Massachusetts (MGH, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, y el Grupo de Estudio DIABIMMUNE han identificado una relación entre los cambios en la microbiota intestinal y la aparición de la diabetes tipo 1.
El estudio, que siguió a niños que estaban genéticamente predispuestos a la enfermedad, detectó que el inicio de la enfermedad fue precedido por una caída en la diversidad microbiana, incluyendo una disminución desproporcionada en el número de especies conocidas por promover la salud intestinal. Este hallazgo, detallado en un artículo que se publica Cell, Host & Microbe, podría ayudar a allanar el camino para las opciones diagnósticas y terapéuticas a base de microbios para las personas con diabetes tipo 1.
El microbioma humano se ha convertido en un capítulo de creciente interés para la comunidad médica desde que se ha constatado que los cambios en el microbioma y en las interacciones que las especies microbianas comparten con sus huéspedes humanos se hallan relacionadas con la diabetes y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
Para explorar la posible relación entre los cambios en el microbioma y la diabetes tipo 1, un equipo dirigido por Ramnik Xavier, miembro del Instituto Broad y jefe de Gastroenterología del MGH, estudió a 33 lactantes (de una cohorte mucho mayor de niños de Finlandia y Estonia) que estaban predispuestos genéticamente a DM1. Desde el nacimiento hasta los 3 años, el equipo analizó regularmente muestras de heces de los sujetos, recogiendo datos sobre la composición de su microbioma intestinal.
En los que desarrollaron DM1 durante este periodo, el equipo observó una caída del 25% en la diversidad de la comunidad (en otras palabras, en el número de especies distintas presentes en el microbioma) un año antes de la aparición de la enfermedad.