PUBLICADO EN 'NATURE GENETICS'
El bienestar, la depresión y la neurosis se asocian con nuevas variantes genéticas
JANO.es · 20 abril 2016
Un análisis del genoma completo del bienestar subjetivo en 300.000 sujetos, concluye que dos inversiones polimórficas muestran una mayor asociación que las variantes genéticas que normalmente se analizan en este tipo de estudios.
Investigadores del CREAL, centro aliado de ISGlobal, han identificado, a partir del análisis del genoma completo del binestar subjetivo de cerca de 300.000 individuos, 3 variantes genéticas asociadas con el bienestar, 2 con síntomas depresivos, y 11 con la inestabilidad emocional o neurosis, incluyendo dos inversiones genéticas. El estudio se ha publicado en Nature Genetics.
El bienestar subjetivo (BS) se obtiene a partir de las respuestas de una encuesta sobre el grado de satisfacción o felicidad. Los estudios previos con gemelos han encontrado que el BS se correlaciona genéticamente con la depresión (caracterizada por el afecto negativo, la ansiedad, la falta de energía, los dolores y las molestias corporales, el pesimismo y otros síntomas) y la neurosis (un rasgo de la personalidad que se caracteriza por la facilidad que se experimentan emociones negativas como la ansiedad y el miedo).
Las bases genéticas para la depresión y la neurosis han sido más estudiadas que para el bienestar subjetivo, aunque hasta la fecha no se habían descubierto variantes genéticas asociadas de forma significativa a estas enfermedades.
En este trabajo, en el que han participado más de 190 científicos, se analizaron el BS, los síntomas depresivos y la neurosis en dos fases. El análisis principal estudió el genoma completo del BS en 59 cohortes, que han incluido cerca de 300.000 sujetos. Este análisis identificó tres loci (posiciones fijas del genoma) asociados con el BS. Los investigadores validaron estos resultados con datos pertenecientes a estudios publicados para síntomas depresivos (180.000 individuos) y neurosis (170.000 individuos).
“Estos análisis nos han permitido encontrar variantes genéticas asociadas con síntomas depresivos o neurosis que también están relacionadas con el bienestar subjetivo, y viceversa. Los análisis de nuestro grupo ha permitido determinar que dos inversiones polimórficas (regiones del genoma con la secuencia invertida) muestran una mayor asociación que las variantes genéticas que normalmente se analizan en este tipo de estudios. Estos hallazgos han sido replicados en una muestra independiente de casi 369.000 individuos, haciendo de éste el estudio más importante hasta la fecha para estas patologías”, explica Juan Ramón González, participante en el estudio.