UROLOGÍA
JANO.es · 25 febrero 2009
La tasa de curación se establece en el 80-90%, e incluso en el 60% en los casos con peor pronóstico
Cada año se diagnostican en España entre dos y tres nuevos casos de cáncer de testículo por cada 100.000 habitantes, siendo el tumor más frecuente entre los jóvenes de entre 18 y 35 años, según los últimos datos presentados por la Asociación Española de Urología (AEU).
A pesar de que su incidencia en el total de la población es “relativamente baja” en comparación con otros tipos de cáncer, como el de pulmón o el de mama, se trata de un tumor que afecta a varones muy jóvenes, en edades en las que la incidencia de tumores malignos es pequeña y cuando se encuentran en plena etapa reproductiva.
Los avances en el tratamiento han hecho posible que la supervivencia del tumor de testículos sea bastante elevada, consiguiéndose la curación entre el 80% y el 90% de los casos. De hecho, incluso en los tumores con peor pronóstico, la tasa de curación se sitúa en torno al 60%.
La razón para la elevada tasa de curación obedece a la notable detección precoz que tiene este tumor. Sin embargo, los urólogos insisten en que, para favorecerla, se debería fomentar más la autoexploración testicular como “la mejor y única forma de realizar un diagnóstico precoz”, por lo que solicitan que “ya desde los colegios se informe y enseñe a los niños a autopalparse para detectar un posible bulto en la zona testicular”.
El factor de riesgo que presenta una relación más clara con el desarrollo de este tumor es la falta de descenso de los testículos al escroto (criptorquidia). Se calcula que en el 3% de los niños los testículos no descienden, mientras que cerca del 14% de los casos de tumor testicular tiene lugar en varones con historias de criptorquidia.
En general, se trata de un problema congénito, que se diagnostica en el momento de nacer y tiene solución con tratamiento quirúrgico o médico. La falta de descenso en uno de los testículos multiplica de 3 a 5 veces la posibilidad de desarrollar un tumor respecto al testículo que ha descendido.
La infertilidad, factor de riesgo
La infertilidad es el segundo factor de riesgo relacionado con este tipo de tumor. Así, aquellas personas que por causas genéticas son subfértiles tienen una mayor probabilidad de desarrollar un cáncer de testículo.
En los casos en que se desarrolla este tumor en pacientes con problemas de fertilidad se suele realizar, como recuerdan los expertos, una crioconservación del semen, una medida que puede beneficiar a los varones jóvenes en edad fértil, ya que muchas veces el tratamiento con quimio o radioterapia conlleva una pérdida temporal o definitiva de la fertilidad.