ONCOLOGÍA MÉDICA
El uso de biológicos en primera línea prolonga la vida en cáncer colorrectal metastásico hasta más de 30 meses
JANO.es · 02 octubre 2014
Un estudio presentado en el congreso de la ESMO confirma que cuando RAS no está mutado, puede utilizarse tanto bevacizumab más quimioterapia como cetuximab más quimoterapia.
Un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado en Madrid, muestra que el uso de biológicos en primera línea en el tratamiento de un tipo de cáncer colorrectal metastásico prolonga la vida de los pacientes hasta más de 30 meses.
El trabajo, denominado CALGB 80405, comparaba dos fármacos biológicos (el antiangiogénico bevacizumab y el anti-EGFR cetuximab), combinados ambos con los esquemas más difundidos de quimioterapia (folfox y folfiri), en pacientes con RAS de tipo nativo. La investigación revela que no existe una diferencia estadísticamente significativa en términos de supervivencia global entre el brazo tratado con bevacizumab ('Avastin' de Roche) más quimioterapia, frente al que recibió cetuximab más quimoterapia ('Erbitx' de Merck).
Según explica el doctor Bartomeu Massuti, jefe de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Alicante, CALGB 80405 confirma que "cuando RAS no está mutado el tratamiento inicial puede hacerse con un biológico o con el otro sabiendo que no debe haber un menoscabo de la eficacia". Por tanto, señala el Dr. Massuti, "más allá del estatus RAS del tumor, los oncólogos deben tener en cuenta el objetivo de tratamiento que se persigue caso a caso, es decir, evaluando paciente a paciente los efectos secundarios de los fármacos utilizados y sus preferencias".
"Se trata de un aspecto clave para poder proporcionar el mejor tratamiento posible. Compartir la información sobre los efectos secundarios y las peculiaridades de cada fármaco con el paciente es clave para que pueda participar en la toma de decisiones", indica este experto.
En última instancia, prosigue, la estrategia se define en función de las características de la enfermedad y las circunstancias del paciente (estado general del paciente, comorbilidades, edad, carga tumoral). A partir de ahí, apunta el Dr. Massuti, el objetivo es obtener el máximo control del tumor y hacerlo de la forma más prolongada.
"En este momento hay hasta 4 o más líneas de tratamiento. En un porcentaje reducido de enfermos, aunque haya metástasis, no se descarta, tras el tratamiento, poder aplicar una cirugía con finalidad curativa. En el grueso de pacientes, nuestra meta será que el paciente se beneficie de los fármacos disponibles a lo largo del tratamiento. La cuestión que está abierta es en qué orden ir utilizándolos", concluye.