PUBLICADO EN 'PROCEEDINGS OF THE NATIONAL ACADEMY OF SCIENCES'
Identificado un retrovirus que multiplica el riesgo de adicción
EUROPA PRESS · 01 octubre 2018
El retrovirus KH2 se integró en el genoma de nuestros antepasados hace relativamente poco tiempo, menos de 250.000 años y se ha encontrado también en las secuencias genéticas de neardentales y denisovanos. La mayor parte de los restos fósiles de infecciones son mucho más antiguos y están repartidos por igual entre toda la población, en el mismo lugar del genoma, pero HK2 es diferente. Algunas personas tienen copias extra del virus en distintos lugares, y en algunos casos es capaz de replicarse y dañar a su hospedador.
Ahora, un grupo de investigadores liderado por Gkikas Magiorkinis, científico de la Universidad de Oxford y la Universidad Nacional y Kapodristíaca de Atenas, han observado que una variante de HK2 puede aparecer junto a un gen (RASGRF2) que regula las sensaciones de recompensa del cerebro, un mecanismo que desempeña un papel importante en las adicciones, y modifica su actividad. Los autores llegaron a esta conclusión después de analizar a personas infectadas con el virus de la Hepatitis C en Glasgow (Reino Unido) y de VIH en Atenas, Grecia, que se habían contagiado inyectándose drogas. La secuenciación de sus genomas muestra que esta inserción del gen RASGRF2, que se encuentra en menos del 10% de la población (entre las personas del este asiático casi no existe), aparece con entre el doble y el triple de frecuencia en personas que se inyectan drogas. Los investigadores consideran que esto es un indicador de que predispone al comportamiento adictivo.
Los responsables del trabajo plantean que este conocimiento puede ayudar a las personas con adicciones, pero Daniel Blanco-Melo, un especialista en retrovirus fósiles que trabaja en la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí en Nueva York, Estados Unidos, cree que más allá de esa hipótesis, “lo más importante es que muestra que es posible que este tipo de elementos, que están en muchas partes de nuestro genoma, pueden tener efectos en la transcripción de genes adyacentes”. “Esta posibilidad ha sido ignorada por gran parte de la comunidad científica y el artículo la introduce en la conversación”, remacha. En la misma línea, Aris Katzourakis, un científico de la Universidad de Oxford que ha codirigido el estudio, afirma que han demostrado por primera vez “que variantes raras del HK2 pueden afectar a un rasgo humano complejo”, y Magiorkinis recalca que sus resultados son una prueba de que, pese a que la mayor parte de la gente piensa que estos virus son inocuos, estos resultados ofrecen pruebas de que pueden provocar enfermedades.