PUBLICADO EN 'JOURNAL OF INFECTIOUS DISEASES'
Investigadores del Hospital Clínico identifican una molécula que mejora el tratamiento de la sepsis
JANO.es · 24 enero 2014
Se trata de CD6l, una molécula del sistema inmunitario que evita la sobreactivación de la respuesta inflamatoria antiinfecciosa y facilita la eliminación de bacterias y toxinas.
La sepsis es una reacción inflamatoria exacerbada y generalizada provocada por una infección grave que puede llevar a fallo multi-orgánico, shock y, frecuentemente, muerte (30-50% de los casos). El aumento de la resistencia a los antibióticos, junto con el hecho de que estos medicamentos pueden combatir determinadas bacterias pero no los efectos pro-inflamatorios de éstas y de sus toxinas, convierte a la sepsis en una enfermedad huérfana de terapias eficaces.
Ahora, un estudio publicado en Journal of Infectious Diseases acaba de demostrar que CD6, una molécula procedente de nuestros propios linfocitos, podría ser una alternativa o un complemento eficaz a los antibióticos en casos de sepsis por bacterias tanto Gram-positivas como Gram-negativas, e independientemente de que se trate de cepas resistentes a antibióticos o productoras de toxinas letales.
El trabajo es el resultado de una colaboración académica-empresarial entre el grupo de investigación del Dr. Francisco Lozano, consultor sénior del Servicio de Inmunología del Hospital Clínic y jefe del equipo de investigación Inmunoreceptores del sistema innato y adaptativo del IDIBAPS y de la Universidad de Barcelona, y miembros del equipo de I+D de ImmunNovative Developments S.L., una spin-off de reciente creación surgida a partir de las patentes generadas por dicho grupo de investigación.
La sepsis es un cuadro clínico grave, que afecta a más de 20 millones de personas en el mundo cada año siendo responsable de más muertes que el cáncer de mama, el cáncer de próstata y el SIDA juntos. Aunque su peso es mayor en los países en vías de desarrollo (es la principal causa de muerte materno-infantil), su incidencia aumenta también en los países desarrollados por la aparición de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos como consecuencia del uso indiscriminado de los mismos, en situaciones cada vez más frecuentes de inmunosupresión natural (Ej: envejecimiento y prematuridad) o inducida (Ej: quimio- o radio-terapia en cáncer, administración de fármacos inmunosupresores en enfermedades autoinmunitarias y en trasplantes de órganos sólidos o hematopoyéticos), o de procedimientos quirúrgicos invasivos (Ej: implantación de prótesis articulares o cirugía intra-abdominal).
Sus devastadores efectos se deben a una reacción inflamatoria desproporcionada inducida por el sistema inmune para combatir la infección pero que daña muchos de nuestros órganos vitales y finalmente sume al individuo en un estado de inmunosupresión severa.
Se trata, por tanto, de una entidad compleja cuyo diagnóstico y tratamiento debe ser rápido, ya que el tiempo es determinante para la supervivencia del paciente. El problema es que resulta difícil seleccionar la combinación de antibióticos más adecuada en cada caso porque no hay tiempo para realizar las pruebas diagnósticas necesarias para identificar al patógeno responsable. Además, aunque se pueda destruir al agente infeccioso, a menudo las toxinas liberadas por él siguen circulando y estimulando la respuesta inflamatoria inmune.
Los autores del la investigación utilizaron una dosis única de CD6 procedente de células del sistema inmune humanas para tratar a ratones a los que se había inoculado una dosis letal de bacterias (multiresistentes o no) o sus toxinas. Esta molécula, que se une a partes muy conservadas de las bacterias y que, por tanto, presenta un amplio espectro antibacteriano, evitó la sobreactivación de la respuesta inflamatoria antiinfecciosa y facilitó la eliminación de bacterias y toxinas, aumentando de forma significativa la supervivencia de los animales. Por tanto se trataría una terapia no antibiótica basada en una proteína propia con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias notables y que carecería de la inmunogenicidad y la toxicidad (renal, hepática, etc) asociada a algunos de los tratamientos antibióticos de amplio espectro utilizados en sepsis.