MICROBIOLOGÍA
Investigadores de la UPM idean un método de bajo coste para detectar rotavirus en el foco y en la sangre
JANO.es · 30 septiembre 2014
Se trata de un sistema de biosensores consistente en superficies lisas realizadas con polímero y tratadas químicamente para que sean afines a un bioreceptor, de modo que cuando éste reconoce el virus se produce un cambio de su respuesta óptica.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han conseguido mejorar la capacidad de detección de pequeñas concentraciones de rotavirus gracias a una nueva forma de análisis de bajo coste de la respuesta de biosensores aplicada a un dispositivo interferométrico, que ha demostrado ser capaz de detectar tanto la presencia del virus como la de su anticuerpo. De esta forma, se abre la posibilidad de detectar la presencia de dicho patógeno tanto en aguas como en el plasma sanguíneo, lo que podría permitir a los países en vías de desarrollo reducir la alta mortalidad infantil que causa el rotavirus.
El rotavirus es la causa más común en los niños de gastroenteritis víricas, cuyo tratamiento consiste en mantener hidratado al paciente. Pese a ello de esto, cerca de medio millón de niños mueren al año como consecuencia de la deshidratación causada por la diarrea y los vómitos característicos de esta patología. El diagnóstico del rotavirus se realiza habitualmente en labotario, mediante un ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA, por sus siglas en inglés, Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay), lo que requiere enzimas.
Biosensores ópticos
Miguel Holgado Bolaños, investigador principal del Laboratorio de Óptica Fotónica y Biofotónica del Centro de Tecnología Biomédica (CTB), junto con su equipo de investigación de la UPM, empezó a estudiar en 2007 biosensores ópticos label-free que no requieren la presencia de enzimas que fijen la sustancia que se pretende detectar ni marcadores que produzcan algún tipo de fenómeno físico detectable.
Estos biosensores consisten en superficies lisas o micro-nano texturizadas realizadas con un polímero y tratadas químicamente para que sean afines a un bioreceptor. Cuando la sustancia se reconoce por el bioreceptor se produce un cambio de su respuesta óptica (transducción). El sistema interferométrico propuesto por el CTB se basa en dos interferómetros 'Fabry Perot'; uno se utiliza como referencia y otro para capturar el virus.