NOBEL
JANO.es · 05 octubre 2011
Tanto el investigador canadiense, considerado el padre de la inmunología, como otro de los galardonados, el francés Jules A. Hoffmann, habían colaborado en Elsevier.
La Academia Karolinska, encargada de la concesión de los premios Nobel, ha confirmado que mantiene el Nobel de Medicina para Ralph Steinman porque, aunque las normas prohíben expresamente conceder el galardón a una persona ya fallecida, el instituto no conocía que había muerto y, por tanto, no decidió premiarle a título póstumo "deliberadamente". Tanto el investigador canadiense como otro de los galardonados, el francés Jules A. Hoffmann, habían colaborado en Elsevier.
El premio fue anunciado a las 11.30 horas y fue concedido ex aequo al canadiense Steinman y al equipo formado por el estadounidense Bruce A. Beutler y Hoffmann, todos ellos por trabajos sobre inmunología. La academia ha alegado en un comunicado que no supo que Steinman había fallecido el 30 de septiembre hasta las 14.30 horas.
La junta directiva de la Fundación Nobel ha celebrado este lunes por la tarde un encuentro y, tras los acontecimientos "únicos" y "sin precedentes", ha decidido mantener el galardón para Steinman, pese a que las normas prohíben expresamente premiar a alguien ya fallecido.
La nota señala que sí está permitido, en cambio, que se reconozca a una persona que muere en el periodo que transcurre desde el anuncio del galardón al acto de entrega. Por tanto, y haciendo una "interpretación" de los estatutos, la academia ha resuelto que no se decidió premiar "deliberadamente" a alguien fallecido, sino que se incluyó su nombre "asumiendo que el laureado estaba vivo", por lo que la decisión permanece sin cambios.
Existen casos de concesión del premio a título póstumo, como el del Nobel de Literatura de Erik Axel Karlfeldt (1931) y el de la Paz de Dag Hammarskjold (1961), pero los estatutos de los Nobel prohíben expresamente esta práctica desde 1974.