PUBLICADO EN 'PLOS ONE'
La enfermedad de Lyme favorece la propagación de una infección parasitaria emergente
JANO.es · 30 diciembre 2014
Un estudio muestra que los ratones infectados con el agente que causa la enfermedad presentan también una elevada probabilidad de transmitir 'Babesia microti', el patógeno responsable de la babesiosis.
Ratones infectados con el patógeno que causa la enfermedad de Lyme parecen propiciar la propagación de una enfermedad menos conocida pero emergente en algunas zonas, la babesiosis, según concluye una investigación liderada por la Escuela de Salud Pública de Yale, en Estados Unidos, y publicada en Plos One.
El estudio detectó que los ratones infectados con el agente que causa la enfermedad de Lyme (Borrelia burgdorferi) poseen también mayor riesgo de transmisión de Babesia microti, el patógeno responsable de la babesiosis, lo que podría aumentar la expansión geográfica de esta enfermedad emergente. Ambas patologías se transmiten a los humanos por la picadura de garrapatas de patas negras (Ixodes scapularis) infectadas.
El hallazgo ofrece una posible respuesta de por qué la babesiosis humana sólo está emergiendo en áreas donde la enfermedad de Lyme está bien establecida, señala María Diuk-Wasser, autora principal del estudio, que realizó el trabajo en colaboración con los grupos de investigación de Peter Krause y de Durland Fish mientras era profesora asistente en la Escuela de Salud Pública de Yale.
"Las garrapatas y los huéspedes están comúnmente coinfectados en la naturaleza, por lo que entender cómo estos patógenos pueden influir en la abundancia de cada uno y su distribución es clave para la salud pública", señala Diuk-Wasser. "Hemos encontrado que B. Burgdorferi y B. Microti coocurren en las garrapatas con más frecuencia de lo esperado, lo que resulta en una mayor exposición humana a múltiples infecciones que pueden causar síntomas más graves y, a veces, hacer más difícil el diagnóstico", añade.
El 95% de todos los casos de la enfermedad de Lyme ha sido detectado en 14 estados (principalmente en la costa este y en el medio oeste) de Estados Unidos y se detectan aproximadamente 30.000 nuevos casos cada año. La babesiosis se encuentra en regiones similares, pero el 95% de los casos se concentran en los siete estados "núcleo" de la enfermedad de Lyme (Connecticut, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island, Minnesota y Wisconsin). Anualmente, se diagnostican alrededor de mil nuevos casos de babesiosis.
Aunque ambas enfermedades comparten algunos de los mismos síntomas, la babesiosis es potencialmente mortal en pacientes inmunocomprometidos y puede transmitirse a través de transfusiones de sangre, además de las picaduras de garrapatas, lo que plantea una amenaza para la salud pública.
Modelos matemáticos perfeccionados pueden permitir a los científicos predecir mejor las áreas que están en riesgo de expansión de B. Microti y evaluar si los métodos para reducir la infección por B. Burgdorferi en garrapatas y ratones pueden disminuir simultáneamente la infección por B. Microti, según Diuk-Wasser, que mantiene una colaboración activa con la Escuela de Salud Pública de Yale y es profesora asociada en la Universidad de Columbia, Estados Unidos.