GESTIÓN SANITARIA
JANO.es · 04 julio 2016
Una encuesta del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT) revela que el 35% de los médicos no realiza un control de manera sistemática del grado de cumplimiento de sus pacientes.
La falta de adherencia terapéutica en pacientes crónicos acarrea un coste de 11.250 millones de euros anuales al Sistema Nacional de Salud (SNS), y una de las causas del incumplimiento es la escasa dedicación a subsanarlo por parte del médico, según una encuesta a médicos españoles elaborada por el Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (OAT). De hecho, cerca del 35% de los médicos encuestados dicen no controlar de manera sistemática el grado de adherencia al tratamiento de sus pacientes.
Tal como señaló el presidente del Comité Científico del OAT, el doctor José Manuel Ribera, durante la presentación del trabajo, "uno de los elementos fundamentales para el logro de una adherencia terapéutica correcta es el médico; para optimizar una buena adherencia es necesaria la colaboración de todos los profesionales implicados en el tema, así como la del propio paciente y la de su entorno, pero es al médico a quien corresponde prescribir en cada caso las medidas oportunas".
Respecto a los factores relacionados con la mala adherencia, el más determinante es la información insuficiente sobre las ventajas del cumplimiento terapéutico, seguido de la falta de atención del paciente y la escasa dedicación por parte del médico, así como el miedo a los efectos secundarios, según los resultados de la encuesta.
Según el Dr. Ribera, "las patologías o entidades clínicas en las que resulta más difícil la adherencia a los tratamientos son la obesidad, el tabaquismo y el alcoholismo". "Además, hay bastante consenso en destacar la dificultad de mantener una buena adherencia en las enfermedades vinculadas a la esfera psíquica y en otras como son las relacionadas con la corrección de los trastornos del metabolismo lipídico (colesterol), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la osteoporosis", añadió.
En el lado opuesto, las enfermedades en las que resulta más sencillo conseguir una buena adherencia son las oncológicas, las patologías cardíacas, los procesos infecciosos, los trastornos funcionales de tiroides y, en menor proporción, la diabetes, la hipertensión arterial e incluso cuadros dolorosos.
►CGCOF