EL RIESGO DE MUERTE ES ENTRE 6 Y 12 VECES MAYOR
La obesidad severa puede reducir entre 10 y 15 años la esperanza de vida de pacientes con un IMC superior a 40
JANO.es · 07 mayo 2014
Experto recuerda que entre el 2 y el 3% de la población española presenta un IMC mayor de 40, por lo que subraya la necesidad de concienciar a la población de riesgo y dar a conocer tratamientos como la cirugía bariátrica.
La obesidad severa puede reducir entre 10 y 15 años la expectativa de vida de los pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 40, según ha asegurado el responsable de la Unidad de Cirugía Bariátrica del centro médico d-médica, Juan Carlos Ruíz de Adana.
De hecho, tal y como ha señalado, está demostrado que el riesgo de muerte es entre 6 y 12 veces mayor en los obesos severos que en los que presentan una obesidad moderada. En este sentido, el experto ha recordado que entre el 2 y el 3% de la población española presenta un IMC mayor a 40, por lo que ha destacado la necesidad de concienciar a la población de riesgo y, a su vez, dar a conocer tratamientos, como la cirugía bariátrica, que permiten reducir el peso de forma mantenida a largo plazo.
No obstante, el 98% de los tratamientos convencionales como la dieta, el ejercicio físico o la modificación de la conducta o fármacos pueden ser efectivos a corto plazo, aunque "fracasan" con el tiempo. Por este motivo, Ruíz de Adana ha recomendado el tratamiento quirúrgico de la obesidad extrema como único método para conseguir una pérdida de peso mantenida y significativa a largo plazo.
"Las técnicas de cirugía bariátrica actual consiguen que el 70% de los pacientes obesos logre disminuir un 50& su sobrepeso en 15-20 meses tras la operación, al tiempo que ayuda a mejorar significativamente las enfermedades asociadas. Además, al disminuir el peso los pacientes aumentan su autoestima y las actividades físicas, profesionales, sociales y laborales, mejorando de esta forma la calidad de vida", ha recalcado.
Ahora bien, prosigue, con la cirugía bariátrica no se busca un fin estético ni la extirpación de la grasa corporal, sino que lo que persigue es reducir la capacidad gástrica para disminuir la ingesta de alimentos, asociada o no a un procedimiento que impida la absorción de las grasas.
Esta cirugía está indicada únicamente para aquellos pacientes con un IMC mayor a 40, aunque también puede valorarse para aquellos afectados de obesidad con índices entre 35 y 40 y que presenten patologías asociadas al exceso de peso como diabetes, hipertensión y apnea del sueño, entre otras patologías.
Asimismo, existen diferentes técnicas quirúrgicas por vía laparoscópica que permiten extremar la seguridad del procedimiento y mejorar la recuperación postoperatoria y los resultados estéticos. La vía laparoscópica consiste en entrar en el abdomen a través de unos tubos de 5 o 10 milímetros de diámetro.
Uno de ellos tiene una cámara para ver el interior del abdomen en un monitor y los otros se utilizan para introducir tijeras, pinzas e instrumentos especiales. "En las intervenciones laparoscópicas no es necesario abrir el abdomen, por lo que se consigue un mejor resultado estético. Además, existe una recuperación más rápida y menor dolor postoperatorio, lo que supone que los pacientes puedan deambular al día siguiente de la operación y reducir su estancia clínica a 4 o 5 días", ha zanjado el experto.