PUBLICADO EN 'NATURE MEDICINE'
La pérdida de sueño agudiza la sensibilidad a estímulos dolorosos
JANO.es · 09 mayo 2017
Un estudio sugiere que el control del sueño y fármacos que potencien el estado de vigilia durante el día o el café pueden ser adecuados para pacientes con dolor crónico que no responden a los tratamientos convencionales.
Dormir mal nos hace más sensibles al dolor, según un equipo de investigadores del Hospital Infantil de Boston y del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Estados Unidos, que ha comprobado en ratones que la pérdida crónica del sueño aumenta la sensibilidad al dolor. El artículo, que se publica en Nature Medicine, sugiere que los animales que sufren dolor crónico pueden obtener alivio al dormir más, o, a falta de eso, tomar medicamentos que faciliten el estado de vigilia, como la cafeína. Ambos enfoques, dormir más y café, son, a juicio de los investigadores, mejor que los analgésicos para combatir el dolor.
Los investigadores, coordinados por Alban Latremoliere y Chloe Alexandre, han analizado los efectos de la pérdida de sueño aguda o crónica sobre la somnolencia y la sensibilidad a estímulos dolorosos y no dolorosos. Además, probaron medicamentos convencionales para el dolor, como el ibuprofeno y la morfina, así como agentes que promueven el estado de vigilia, como la cafeína y el modafinilo. Y sus hallazgos revelaron un factor inesperado para el control de la sensibilidad al dolor: el entretenimiento.
El equipo comenzó midiendo los ciclos normales de sueño mediante pequeños auriculares que evaluaban las lecturas obtenidas mediante electroencefalografía (EEG) y electromiografía (EMG). "Obtuvimos datos exactos para cada uno de los ratones: cuánto duermen y cuál es su sensibilidad sensorial", explica Latremoliere, que trabaja en el Hospital Infantil de Boston.
La sensibilidad al dolor se midió de manera ciega al exponer los ratones a cantidades controladas de calor, frío, presión o capsaicina (el agente de los chiles picantes) y posteriormente medir el tiempo que tardana el animal en alejarse (o lamer el malestar causado por capsaicina). Los investigadores también probaron las respuestas a estímulos no dolorosos, como saltar cuando son sorprendidos por un sonido fuerte inesperado.
"Encontramos que cinco días consecutivos de privación moderada del sueño pueden exacerbar significativamente la sensibilidad al dolor cen ratones sanos -señala dice Alexandre-. La respuesta fue específica al dolor, y no se debió a un estado de hiperexcitabilidad general a ningún estímulo".
Cafeína y modafinilo
Sorprendentemente, analgésicos comunes como el ibuprofeno no bloquearon la hipersensibilidad dolorosa inducida por la pérdida del sueño. Incluso la morfina perdió la mayor parte de su eficacia en los ratones privados de sueño. Estas observaciones sugieren que los pacientes que usan estos fármacos para el alivio del dolor podrían tener que aumentar su dosis para compensar la pérdida de eficacia debido a la pérdida del sueño, aumentando así su riesgo de efectos secundarios.
Sin embargo, tanto la cafeína como el modafinilo, fármacos utilizados para promover la vigilia, bloquearon con éxito la hipersensibilidad al dolor causada por la pérdida de sueño aguda y crónica. Curiosamente, en ratones no privados de sueño, estos compuestos no tenían propiedades analgésicas. "Esto representa un nuevo tipo de analgésico que no se había considerado antes, uno que depende del estado biológico del animal", subraya Clifford Woolf, director del estudio. "Creemos que estos fármacos podrían ayudar a interrumpir el ciclo de dolor crónico, en el que el dolor interrumpe el sueño, que luego promueve el dolor, lo que altera aún más el sueño".
Los investigadores concluyen que, en lugar de tomar analgésicos, los pacientes con dolor crónico podrían beneficiarse de mejores hábitos de sueño o de medicamentos para dormir durante la noche, junto con agentes de vigilia diurna para tratar de romper el ciclo del dolor. Algunos analgésicos ya incluyen la cafeína como ingrediente, aunque su mecanismo de acción aun no se conoce. Tanto la cafeína como el modafinilo impulsan los circuitos de dopamina en el cerebro, lo que puede proporcionar una pista.