SENOLOGÍA
JANO.es · 01 julio 2009
El consumo de zanahorias podría reducir el riesgo en hasta un 17%
Un estudio desarrollado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista International Journal of Cancer (2009;124:2929-2937) sugiere que las mujeres que quieren protegerse del cáncer de mama antes de la menopausia deberían incluir carotenoides en su dieta, caso de las zanahorias.
Según el estudio, dirigido por la Dra. Laura I. Mignone, cuantas más porciones diarias de vegetales ricos en carotenoides consumen las mujeres premenopáusicas, menor riesgo presentan de sufrir una enfermedad tumoral.
Los carotenoides son pigmentos vegetales con gran poder antioxidante. “Y se encuentran en la zanahoria, el col verde y las verduras de hojas verdes, que son los alimentos que las madres siempre aconsejaron comer”, expuso la Dra. Mignone. La mayoría de los factores de riesgo del cáncer de mama son dependientes de las hormonas; por ejemplo, la edad de la primera menstruación o la edad al tener el primer hijo. “Por tanto, situaciones que las mujeres no pueden cambiar. Sí la dieta, un factor de riesgo modificable”.
Vitamina A
Los autores examinaron la relación entre los niveles de frutas y verduras ricas en carotenoides presentes en la dieta y el riesgo de cáncer mamario al comparar la alimentación de 5.707 pacientes con cáncer de mama invasivo y 6.389 mujeres sanas (grupo de control). El consumo de altos niveles de vitamina A proveniente de carotenoides, betacaroteno, alfacaroteno y luteína/zeaxantina redujo el riesgo de cáncer de mama en las mujeres premenopáusicas, pero no entre aquellas en la posmenopausia.
La Dra. Mignone precisó que “comer por lo menos dos porciones diarias de vegetales ricos en carotenoides reducía un 17% el riesgo de desarrollar la enfermedad”.
Los carotenoides interfieren con las señales de los receptores del estrógeno, lo que para el equipo explicaría por qué esos efectos preventivos alcanzarían sólo a las mujeres premenopáusicas. Como concluyen los autores, “los efectos antioxidantes de los pigmentos podrían influir. Son antioxidantes muy poderosos en el organismo y podrían absorber una gran parte de los carcinógenos a los que está expuesta la población”.