PUBLICADO EN 'PLOS GENETICS'
Los genes de la población del Tíbet propiciaron su adaptación a las mesetas de gran altitud
JANO.es · 02 mayo 2017
Un estudio de la Universidad de Texas demuestra que el pueblo tibetano ha heredado variantes de 5 genes que les ayudan a vivir en las alturas, como un gen originado en los denisovanos, una subespecie humana extinta.
La población del Tíbet ha sobrevivido en una meseta extraordinariamente alta y árida durante miles de años debido a su capacidad para soportar bajos niveles de oxígeno, frío extremo, exposición a la luz ultravioleta y fuentes alimentarias escasas. Así concluye un estudio de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, basado en la secuenciación del genoma de 27 tibetanos y la búsqueda de genes que supusieran una ventaja evolutiva para la vida en las alturas. El análisis identificó dos genes ya conocidos por estar involucrados en la adaptación a grandes altitudes, EPAS1 y EGLN1, y otros dos relacionados con bajos niveles de oxígeno, PTGIS y KCTD12. Los resultados se publican en la revista PLoS Genetics.
Los científicos también seleccionaron una variante del gen del receptor de la vitamina D (VDR), que ayuda al metabolismo a compensar la deficiencia de esta vitamina, una afección común de los nómadas tibetanos. Un análisis posterior mostró que las subpoblaciones chinas y tibetanas se dividieron hace entre 44 y 58 mil años y el flujo genético entre los grupos continuó hasta hace aproximadamente 9.000 años.
El estudio constituye un análisis exhaustivo de la historia demográfica de la población tibetana y sus adaptaciones a los retos de vivir en grandes altitudes. Asimismo, también proporciona un rico recurso genómico de esta población, que ayudará a futuros estudios genéticos. "El análisis del genoma de los tibetanos proporciona información valiosa sobre los factores genéticos que subyacen en la historia de esta población y la fisiología adaptativa a gran altitud”, añade Tatum Simonson, investigador de la Universidad de California y coautor del trabajo.