NEUMOLOGÍA
Relacionan el incremento de niveles de NO2 en espacios interiores con tos nocturna
JANO.es · 04 marzo 2013
Los potenciales contaminantes del aire interior y, por tanto, los procesos patológicos que de ellos se derivan son diferentes según el nivel de renta o la localización geográfica, según un estudio de SEPAR.
El incremento de los niveles de NO2 en el aire interior se relaciona con aumento de la tos nocturna, las sibilancias y el uso de broncodilatadores, tanto en niños como en adultos, según el artículo 'Contaminación del aire interior y su impacto en la patología respiratoria', publicado en Archivos de Bronconeumologia, la revista científica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR.
Los contaminantes presentes en el aire interior se han relacionado con múltiples enfermedades respiratorias, como el asma, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), las infecciones respiratorias, la rinitis o el cáncer pulmón, ha señalado el coordinador del Área de Medio de SEPAR, el doctor Ramón Fernández Álvarez.
Los potenciales contaminantes del aire interior y, por tanto, los procesos patológicos que de ellos se derivan son diferentes según el nivel de renta o la localización geográfica.
Desde el exterior se produce la entrada de contaminantes como monóxido de carbono (CO), hidrocarburos y oxido de nitrógeno generados en centrales energéticas y procesos industriales. En concreto, el monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que se produce cuando la combustión no es buena. A bajas concentraciones puede producir síntomas respiratorios en individuos sanos y agudizaciones en pacientes con enfermedades cardiopulmonares crónicas, ya que disminuye el aporte de oxigeno a los tejidos.
La fuga de gases tóxicos a través del suelo o de los servicios de aguas puede producir contaminación del aire interior. En concreto, el radon se filtra a través del suelo, se difunde en el aire y se concentra en espacios cerrados y poco ventilados. La inhalación continuada a concentraciones altas eleva el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Asimismo, el mobiliario de habitaciones y los productos utilizados en la limpieza y en actividades artísticas y artesanales son fuente de emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV) que incluyen formaldehido, benceno o tolueno. El formaldehido ha sido clasificado como un carcinógeno humano, y es común su presencia en madera contrachapada, paneles y aglomerados usados en la industria del mueble.
El envejecimiento favorece el aumento de su concentración en el aire, también aparece durante los primeros meses de envejecimiento de algunos barnices. El benceno es un producto carcinogénico que tiene como fuentes principales pinturas, resinas, aceites, plasticos y detergentes.