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JANO.es y agencias · 24 octubre 2007

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Las Guerras Médicas

Las aguas del Mediterráneo vieron en la Antigüedad el nacimiento de una de las mayores culturas de la historia. Los griegos construían sus ciudades de una manera pacífica en torno a las costas y las polis eran lugares de fructífero comercio y cultura. Los más intrépidos de las polis buscaban nuevas localizaciones geográficas donde asentarse, teniendo siempre como referencia la ciudad principal desde la que procedían. De este modo, llenaron las costas de Grecia, las islas, Italia y Asia Menor, y el mundo griego se expandió de un modo pacífico. Las polis mantenían una unidad cultural, lingüística, religiosa y política, aunque la administración y las leyes no eran iguales en cada una de ellas.

El afán conquistador del Imperio Persa llegó hasta las ciudades de Asia Menor. La rebeldía de Miletos y la ayuda de Atenas resolvió el conflicto, pero Darío I no se quedó conforme. En el año 490 a. C. las tropas de Darío, con Datis y Artafernes al frente, llegaron a las costas cercanas a Atenas. Iba a comenzar la primera Guerra Médica, llamada así por el nombre de medos que los griegos daban a los persas. El espectáculo que contemplaron los atenienses debió de ser dantesco. Todo el ejército persa con magníficos barcos y unos soldados llenos de resentimiento les contemplaban desde el mar. La inferioridad de los griegos era patente. El futuro de Atenas, de Grecia y de la historia de nuestros días podía estar a punto de cambiar.

Estrategia militar. La mente sobre la fuerza

Calímaco, comandante ateniense, se reunió con sus generales y comenzaron a diseñar la estrategia para poder defenderse de los persas. A pesar del temperamento de los militares hoplitas, la diferencia de número entre griegos y persas resultaba imposible de superar. Eran necesarios los refuerzos, por lo que el general Milcíades mandó a Filípides a las polis de Esparta y Platea a pedir ayuda. Después del terrible esfuerzo que realizó Filípides, los espartanos denegaron el auxilio alegando que se encontraban en la celebración de las fiestas Carneas y hasta 6 días después no podrían acudir. Platea sí acudió a la llamada y Atenas no lo olvidaría jamás.

La estrategia militar persa consistía en permitir que el enemigo avanzara, y una vez encima luchar cuerpo contra cuerpo, pero para los griegos esto hubiera sido un suicidio. Durante 8 días los 2 ejércitos permanecieron contemplándose en la explanada de Maratón. Cuando comenzó la lucha los griegos lograron envolver al ejército persa y, a pesar de los pronósticos y de la evidente superioridad de los asiáticos, Darío tuvo que mandar a sus hombres que se retiraran y volvieran a los barcos.

Los atenienses no podían creerlo, pero la cautela de Milcíades le hizo sospechar que la retirada persa podía ser una trampa para trasladarse por barco a Atenas y entrar en la ciudad, por lo que mandó a Filípides que fuera corriendo a advertir a los ciudadanos.

Un viaje de 42 km corriendo

Con la emoción de la victoria y con el afán de que no llegaran los persas a Atenas, Filípides recorrió los 42 km en 3 horas. Cuenta la leyenda que, al entrar en las puertas de Atenas, Filípides dijo: "Alegraos, atenienses, hemos vencido" y murió.

Filípides pasó a la historia como un héroe. Años después, en las Olimpíadas de 1896, el barón Pierre de Cobertain estableció la prueba de maratón, en la que los corredores recorrían 42 km. Sin embargo, tal como la conocemos, la maratón data de las Olímpiadas de Londres de 1908. La reina decidió que la carrera tuviera lugar entre Windsor y Londres. La distancia exacta es de 42,195 metros, que son los que se corren en la actualidad.

Actividad física y muerte súbita

* La muerte súbita en el deporte es una entidad dramática que se da en personas de cualquier edad.

* Las principales causas de muerte súbita son, en general, de etiología cardiológica.

* Otras causas de muerte en el deporte son las de origen traumático, las relacionadas con golpes de calor, las debidas a procesos asmáticos o las que se relacionan con el dopaje.

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