PUBLICADO EN 'LEUKEMIA'
Un biomarcador predice la progresión del mieloma de asintomático a sintomático
IDIBAPS · 12 abril 2018
Un estudio muestra que niveles altos de la proteína-M incrementan hasta cinco veces el riesgo de progresión de la enfermedad con respecto a los pacientes que tienen valores estables de este marcador.
Investigadores del Clínic-IDIBAPS publican un estudio en la revista Leukemia que demuestra el valor predictivo de un biomarcador, la proteína monoclonal en suero (proteína-M), en mieloma múltiple. La evolución de este marcador permite determinar el riesgo de progresión de la enfermedad, desde su forma asintomática hasta la aparición del mieloma múltiple activo. El primer autor del estudio es el Dr. Carlos Fernández de Larrea, investigador del Programa 50/50 del equipo de Hemato-Oncología del IDIBAPS y de la Unidad de Amiloidosis y Mieloma del Hospital Clínico.
El mieloma múltiple quiescente es una enfermedad heterogénea y asintomática que progresa a mieloma múltiple sintomático de forma variable. Disponer de marcadores fiables que permitan determinar la progresión de forma precoz de un subtipo a otro es clave para indicar los tratamientos adecuados.
Estudios previos realizados por el mismo grupo y liderados por la Dra. Laura Rosiñol, jefe de la Unidad de Amiloidosis y Mieloma, determinaron que los niveles de proteína-M constituían un factor de riesgo de progresión de la enfermedad. Así, describieron dos tipos de mieloma quiescente en función del mismo. En el primer grupo, en el que la evolución a enfermedad sintomática se producía más rápido, los niveles de la proteína aumentaban de forma progresiva ("Evolving"), mientras que en el otro, el incremento de la proteína se producía de forma brusca ("non-Evolving").
En el estudio se analizó el valor predictivo de diferentes factores de riesgo, entre los que se encuentra la evolución de la proteína-M, en muestras de suero de 206 pacientes con mieloma múltiple quiescente. Los investigadores detectaron que cuando los valores de proteína-M aumentaban de forma progresiva, el riesgo de progresión a mieloma múltiple sintomático es 5 veces mayor con respecto a los pacientes que tienen valores estables de este marcador.
"En el seguimiento de pacientes con mieloma quiescente, el hecho de encontrar progresión de los valores de proteína-M sacan impacto pronóstico al resto de marcadores disponibles, es decir, que las alteraciones en otros biomarcadores pierden importancia", explica Carlos Fernández de Larrea , coordinador del estudio. "Este hallazgo podría llevar a modificar los criterios diagnósticos del mieloma múltiple y permitiría tratar precozmente los pacientes", concluye.