PROFESIÓN MÉDICA
JANO.es · 11 octubre 2010
La saturación de las consultas constituye la principal causa de estrés crónico y desmotivación del personal de atención primaria.
Más del 60% de los profesionales que trabajan en los centros de salud de atención primaria tiene el síndrome del burn out o del profesional quemado. Así se desprende de un estudio presentado en Málaga en el marco del 16º Congreso de Wonca Europa, celebrado del 6 al 9 de octubre en Málaga y en el que se han dado cita más de 4.000 profesionales sanitarios.
Para la doctora Sonia Fuentes, autora principal del estudio, “el importante incremento de la carga asistencial, a consecuencia del progresivo envejecimiento de la población, que exige el control de numerosas patologías crónicas, la llegada de población inmigrante y la falta de recursos a nivel especializado (listas de espera) genera una excesiva presión de trabajo, lo que propicia que cada vez sea más frecuente que el personal de atención primaria experimente un estrés crónico”.
Este síndrome se compone de tres síntomas: agotamiento emocional, despersonalización y escasa realización personal. Para medir la frecuencia e intensidad con que estas tres variables se presentaban en los profesionales que trabajaban en varios centros de salud de Barcelona, los autores del estudio emplearon el Maslach Burnout Inventory -el cuestionario más utilizado- entre 60 profesionales (médicos de familia, enfermeros y personal administrativo).
Del análisis de sus respuestas se desprendió que sólo un 35% presentaba riesgo bajo de agotamiento emocional, porcentaje que se reduce aún más en las otras dos variables, hasta alcanzar el 5% en el caso de la despersonalización y 1,7% en cuanto a realización personal se refiere.
Los administrativos, los más vulnerables
El estudio concluye que la alta prevalencia de este síndrome está asociada con la atención médica o la presión por la carga de trabajo. Para la doctora Fuentes, “en el día a día de un centro de salud junto al malestar originado por la propia estructura organizativa lo que más afecta a la estabilidad emocional del personal es el excesivo número de pacientes atendidos”. En este sentido, los médicos y los administrativos presentan un mayor riesgo de agotamiento emocional que las enfermeras. En concreto, al analizar las tres variables, el colectivo más afectado es el personal administrativo.
Por otro lado, los datos han mostrado un mayor riesgo de agotamiento emocional entre las mujeres (74% frente al 50% en los varones). “En este caso, el dato es consecuencia directa del predominio cada vez mayor de las mujeres en el ámbito de la salud”, añade la doctora Fuentes.
En definitiva, “la conclusión práctica de todo esto, es que a día de hoy, la saturación de las consultas (35-40 visitas por día), implica disponer de poco tiempo para hacer bien tu trabajo. A lo que se añade la excesiva burocracia. Todo ello condiciona el quehacer diario en un centro de salud, que podría ser más efectiva si se interviniera sobre estos y otros factores que desmotivan y estresan al personal de AP”, concluye la doctora Fuentes.