PSIQUIATRÍA
Ansiedad y depresión en niños con sobrepeso
JANO.es · 12 diciembre 2008
Aunque existe una relación entre el sobrepeso y algunos síntomas depresivos, se trata de una asociación muy modesta y muchos niños con exceso de peso no experimentan estos problemas
A diferencia de los niños más delgados, los que tienen sobrepeso son más propensos a presentar síntomas de depresión y ansiedad al llegar a la enseñanza secundaria, según sugirió un estudio de la Universidad of Arkansas (Estados Unidos).
La investigación realizó el seguimiento de más de 1.200 niños estadounidenses desde los 2 años de edad hasta sexto grado y reveló que aquellos con sobrepeso solían tener más problemas "de internalización" a medida que avanzaban en la escuela primaria.
Esta situación volvía a esos niños más propensos a ser introvertidos o ansiosos o a estar deprimidos. Pero no tenían más riesgo de desarrollar trastornos de conducta, como actuar por impulsos.
Los resultados, publicados en el “Journal of Pediatrics”, sugieren que una mala imagen corporal de sí mismos o la sensación de aislamiento de parte de los compañeros de clase provocarían en algunos niños la internalización de síntomas.
Con todo, los padres no deberían preocuparse de que sus hijos estén en riesgo de sufrir ansiedad y depresión simplemente porque tienen sobrepeso, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Robert H. Bradley.
"Existe una relación entre tener sobrepeso y algunos síntomas depresivos, pero es una relación muy modesta y muchos niños con sobrepeso no sienten ansiedad ni depresión", comentó este experto.
El autor recomendó a los padres que "estén atentos" a los signos de problemas en sus hijos, como la modificación de los hábitos de sueño, el abandono de actividades habituales o irritabilidad inusual, pero sin volverse "extremadamente ansiosos".
El equipo dirigido por el Dr. Bradley analizó a 1.254 niños que participaban en un estudio nacional sobre el desarrollo infantil.
A partir de los 2 años de edad de los niños, las madres respondieron un cuestionario estándar periódicamente sobre la conducta de sus hijos y el equipo evaluó reiteradamente la salud física de los niños y su crecimiento.
Los investigadores hallaron que a partir de tercer grado aparecía una clara relación entre el peso de los niños y los síntomas de internalización.
Lo importante, opina el Dr. Bradley, es que los padres, los docentes y los médicos estén atentos a los signos indicadores de que los niños están teniendo esos problemas y que estén preparados para ayudarlos a manejar cualquier sentimiento negativo relacionado con el peso corporal.