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HEMATOLOGÍA

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Enrique García Jordá · 24 marzo 2008

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El Dr. Luis Aguilera García, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), analiza en la siguiente entrevista el estado de la sociedad de cara a la celebración de su XXV Congreso.

“El ámbito asistencial con mayores carencias es el de la atención primaria.”

–¿Cuenta España con un número suficiente de médicos de familia?

– Desgraciadamente, no. La formación del médico de familia está dando respuesta no sólo —si bien básicamente y en los centros de salud— en la atención primaria (AP), sino también en las urgencias hospitalarias, en la medicina del sistema privado y en las mutuas laborales. Los gestores de cualquiera de estos ámbitos de atención recurren al médico de familia y comunitaria quizá por su formación pluripotencial, algo de lo que tenemos que enorgullecernos todos. Concretamente, en el ámbito de la AP, entendemos que el sistema sanitario público tiene por reto no ya sólo dar respuesta a todas las necesidades reales, sino también llevar a cabo una planificación del escenario sanitario que se nos va a presentar en los próximos 10-15 años: las nuevas patologías; el nuevo paradigma de salud y enfermedad; el incremento poblacional, sobre todo por la inmigración, y la promoción de hábitos saludables y la puesta en marcha de programas de prevención. De este modo, el desarrollo de la AP resulta clave, por lo que debe requerirse de los gestores una apuesta decidida que incorpore un desarrollo tanto técnico como también humano.

– ¿Cuál es la situación de la medicina de familia en el pregrado?

– A diferencia de lo que sucede en la gran mayoría de países, no ya sólo de nuestro entorno, sino también latinoamericanos, la medicina de familia en España se encuentra lejos del mundo universitario. Quizá no tanto por la medicina de familia como por el ámbito universitario. En cualquier otro país la norma es que, tal y como sucede con otras disciplinas médicas, la medicina de familia y comunitaria esté incorporada en la formación de pregrado. Es cierto que ya se está produciendo una aproximación, aún tímida, y que ya hay facultades españolas que incorporan, sobre todo, prácticas en medicina de familia. Desde la semFYC hemos hecho una revisión de lo que sucede en estas facultades y hemos constatado que los resultados son importantes: los estudiantes que en el pregrado han conocido nuestra especialidad y, por tanto, el trabajo en los centros de salud y el manejo de la salud-enfermedad en la población en la que tiene lugar la mayor prevalencia de enfermedades, elegirán la medicina de familia de una manera más directa y presentarán los mejores números en el MIR. No se puede amar lo que no se conoce, y los que conocen la medicina de familia la van a elegir. Así, obtendremos profesionales mucho más motivados.

– ¿Cuál es la posición de la semFYC en relación con la financiación sanitaria?

– La semFYC considera fundamental garantizar un modelo de financiación que consolide el gasto actual, pero que en los próximos años crezca lo suficiente para equilibrar las actuales deficiencias del sistema sanitario en su conjunto, muy especialmente en los niveles con más carencias. Y el ámbito con mayores carencias es el de la AP. Esto tiene obligatoriamente que ir ligado a una reorientación del sistema sanitario, poniendo un mayor acento en la atención de las patologías crónicas y en la prevención de las enfermedades. En definitiva, en los centros de salud, que es desde donde se dirigen las acciones para la promoción de la salud. Asimismo, también consideramos que ha de darse una especial atención a los problemas de dependencia y a la participación con los servicios sociales y los servicios sanitarios de otros ámbitos, caso de los ayuntamientos. Por tanto, debe incrementarse la dotación presupuestaria de la AP para posibilitar una acción coordinada entre todos estos ámbitos, que son los que más cerca están del ciudadano.

»Por lo tanto, no reclamamos un incremento de la financiación para el sistema, sino su reorientación. Estamos cansados de escuchar en cualquier foro internacional sobre sistemas sanitarios a los que acude la semFYC que todos los estudios demuestran que los sistemas más eficientes son los que presentan una ayención primaria potente. Por lo tanto, hay que invertir en AP, un mensaje que es escuchado en cualquier foro y asumido por todos. Queda, sin embargo, aplicarlo en cada sitio. Asimismo, también creemos necesario implantar políticas de planificación que no sigan exclusivamente los tempos políticos. No podemos hacer planificación para únicamente cuatro años, ya que necesitamos una planificación de un compromiso más global. De no ser así, lo que puede suceder es que sólo estemos poniendo parches presupuestarios y nos olvidemos de que las necesidades de salud pueden y deben resolverse a largo plazo.

– ¿Se están cumpliendo las expectativas de la semFYC en torno a la incorporación de nuevas tecnologías, caso de la informática, en la AP?

– Muy tímidamente. Desde la semFYC consideramos que resulta fundamental implantar un sistema de información y de seguimiento de los resultados en salud que recibe la población. Asi podremos conocer la evaluación de la atención en salud y planificar las necesidades de recursos en todo el estado. Pues sólo de esta manera la toma de decisiones de inversión estaría apoyada en datos objetivos. En la actualidad carecemos de resultados en salud, por lo que tenemos que establecer las herramientas para solventar el problema. Y ninguna mejor que un sistema de información absolutamente riguroso que nos permita llevar a cabo el seguimiento de los resultados para la ulterior toma de decisiones. De no ser así, el responsable de la toma de la decisión podrá estar muy capacitado, pero carecerá de resultados objetivos para llevarla a cabo

– ¿Cuál valora la población general española a los médicos de familia?

– Atendiendo a las encuestas de satisfacción, debemos mostrarnos, si no satisfechos, sí medianamente contentos, pues el primer nivel asistencial sale bien parado. Pero nos preocupa especialmente que la población identifique una parte del sistema como más satisfactorio que el resto. El que nosotros nos encontremos en esa parte está bien, pero hay que tener cuidado de que no estemos creando dentro del sistema público más de un sistema sanitario. Existe la posibilidad de la población tenga la percepción de que vive dos o más sistemas sanitarios distintos, uno en la AP y otro en la especializada. Pues en la práctica supondría que el salto de la AP al hospital pueda ser no ya traumático, sino que produzca duplicidad de acciones. Así perderíamos eficiencia. Por ello, debemos trabajar todos por la comunicación entre los niveles asistenciales, concretando acciones directas de tipo formativo o investigador. Así lo ha venido haciendo en los últimos años la semFYC con otras sociedades científicas, fundamentalmente del ámbito hospitalario.

– ¿Cuál es la relación de la semFYC con la SEMERGEN y la SEMG?

– Hace aproximadamente tres o cuatro meses la semFYC hizo pública una propuesta de acuerdo entre las tres sociedades de AP. Entendemos que, a través de las sociedades científicas que lo representan, el colectivo de especialistas en medicina de familia tiene que estar en la medida de lo posible de acuerdo en lo esencial. Básicamente, compartir un mismo modelo de AP y un mismo modelo de desarrollo profesional. Es por ello que hemos venido discutiendo en las últimas fechas con las otras sociedades para llegar a un acuerdo en estos términos.

– ¿Qué beneficios aportaría al colectivo de médicos de familia la Red Iberoamericana de AP impulsada por la semFYC?

– El colectivo de medicina de familia de los países iberoamericanos, muy diverso y heterogéneo al responder a la realidad sociocultural de cada una de la veintena de países latinoamericanos, se mira en el modelo de desarrollo del sistema sanitario y de la AP español. Así lo evidenciamos cuando asistimos a los foros internacionales, caso del último, la II Cumbre Iberoamericana de Medicina de Familia que se celebró en Santiago de Chile, en el que participaron los 20 países de la VI Región WONCA (Asociación de Sociedades Científicas de Medicina de Familia) y volvimos a constatar que España es un ejemplo a seguir. Por tanto, nosotros podemos aportar mucho a ese conjunto de países. Y asimismo debemos aprovechar el gran potencial de médicos de familia de estos países para poder llevar a cabo actividades de investigación, para lo que crearíamos una gran red, y para enriquecernos con las aportaciones y las experiencias de cada uno. En consecuencia, en Santiago de Chile propusimos a los ministros de salud de la Conferencia Iberoamericana la creación de una red de AP impulsada por el conjunto de los gobiernos. Sería como un enorme proyecto multicéntrico. En este contexto, nuestro XXV Congreso acogerá el I Congreso Subregional de la Península Ibérica de la Región WONCA, por lo que será una oportunidad para compartir experiencias docentes, investigadoras y asistenciales no sólo con nuestros colegas portugueses, sino también con los invitados latinoamericanos.

– ¿Qué objetivos debe afrontar la semFYC de cara al futuro inmediato?

– Como sociedad científica, nuestro objetivo debe centrarse en tres ámbitos de actuación. El primero engloba a los médicos de familia, a los profesionales sanitarios del primer nivel asistencial, y la semFYC debe ser el vehículo de formación desde los médicos de familia y para los médicos de familia. Respecto al segundo ámbito, la población general y las asociaciones de pacientes, hemos de incrementar los lazos para conocer mejor las necesidades en salud-enfermedad. En este punto también consideramos importante estrechar los lazos con la prensa, fundamentalmente con la general, ya que como elemento directo de información de la población desempeñan un papel fundamental en la difusión de las medidas de prevención y de la información de hábitos saludables. El tercer ámbito de actuación atañe a los decisores políticos, a los que hemos de instar a que aporten los medios materiales y humanos necesarios para mejorar las condiciones sanitarias y para planificar los distintos escenarios de salud.

“Las sociedades de AP —semFYC, SEMERGEN y SEMG— deben compartir un mismo modelo de atención y de desarrollo profesional.”

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