CARDIOLOGÍA

Bellvitge aplica una técnica mínimamente invasiva de implantación de marcapasos

JANO.es · 13 julio 2016

El cable se introduce a través de las venas del tórax , evitando la cirugía cardíaca, y el paciente puede ser dado de alta a las 24-48 horas.

La Unidad de Arritmias del Área de Enfermedades del Corazón del Hospital Universitario de Bellvitge ha llevado a cabo con éxito por primera vez en Cataluña una nueva técnica mínimamente invasiva para implantar un marcapasos tricameral a un paciente de 77 años al que no se podía colocar el dispositivo con el sistema habitual.

El marcapasos tricameral, introducido en la práctica clínica hace cerca de 20 años, dispone de un tercer cable, además de los dos habituales, que mejora la función del corazón. Se indica como terapia de resincronización cuando se combinan insuficiencia cardíaca avanzada y una importante disfunción de la contractilidad del corazón.

Se implanta habitualmente como el resto de los marcapasos, es decir, practicando pequeñas incisiones que permiten conectar los cables al corazón. Sin embargo, en ocasiones no es posible conectar el tercer cable por diversas razones técnicas y entonces hay que implantarlo mediante un procedimiento de cirugía cardíaca abierta. Recientemente, el Hospital John Radcliffe de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha desarrollado el implante endocárdico de electrodo de estimulación del ventrículo izquierdo por punción del septum interventricular, en el que el cable se introduce a través de las venas del tórax de manera mínimamente invasiva, evitando la cirugía cardiaca. De este modo, se evitan las complicaciones de la cirugía abierta y el paciente puede ser dado de alta a las 24-48 horas.

El Hospital Universitario de Bellvitge ha sido de los primeros centros del Estado a llevar a cabo con éxito esta intervención. Según destaca el Dr. Ignacio Anguera, jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital Universitario de Bellvitge, "en la medida que nos ahorramos la cirugía cardíaca abierta, se evitan importantes complicaciones potenciales, desde problemas respiratorios, insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal, entre otros, hasta un mayor riesgo de mortalidad ". Se calcula que en todo el mundo hay más de 4 millones de personas con algún tipo de marcapasos implantado y que cada año se implanta cerca de un millón.