GERIATRÍA
JANO.es · 05 mayo 2009
Disminuye la agitación y mejora la funcionalidad, en especial a la hora de caminar
Un estudio piloto llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Luis (Estados Unidos) y publicado en la edición digital de la revista Journal of the American Medical Directors Association (doi:10.1016/j.jamda.2008.12.053) revela cómo tres sesiones semanales de 30 minutos de ejercicio supervisado disminuyen la agitación y mejoran la funcionalidad de las personas con demencia grave que vivían en residencias geriátricas.
En palabras del Dr. Edris Aman, director de la investigación, “mucha gente asume que las personas con este tipo de demencia (grave) no pueden seguir las instrucciones del ejercicio, pero sí pueden hacerlo. Sólo requiere más paciencia del coordinador”. En este sentido, debe destacarse la singularidad del estudio dado que incluyó a personas con demencia grave residentes en las unidades de ‘necesidades especiales’ de dos geriátricos.
Los 50 participantes, cuya medida de edad se estableció en 79 años, hicieron 15 minutos de ejercicios aeróbicos y 15 minutos de pesas tres veces por semana. Los tests revelaron que los pacientes se agitaban menos tras finalizar el programa físico de tres semanas. Además, también mejoró significativamente el estado funcional, en especial la distancia que podían caminar en 6 minutos.
De la misma manera, como explicó el Dr. Adams con motivo de la presentación de los resultados en el marco de la reunión anual de la Sociedad Americana de Geriatría, “es cierto que en nuestro estudio, cuando menos aparentemente, el ejercicio no reducía la depresión. Sin embargo, se trataba de una dosis muy baja de ejercicio, y hay muchos estudios nuevos que demuestran que da buen resultado contra la depresión”. Así, y de acuerdo con el mensaje final de los autores, “el ejercicio le hace bien a todos; incluso a las personas con demencia grave pueden aprovechar los beneficios del ejercicio si se tiene la paciencia suficiente”.