DERMATOLOGÍA

Ciclosporina tópica para la psoriasis

JANO.es · 19 mayo 2008

Un estudio realizado por investigadores alemanes muestra por primera vez que el medicamento aplicado directamente sobre las lesiones es eficaz

Los Dres. Ricardo Moreno, del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid, Jordi Bruix, del Hospital Clínic de Barcelona, y Javier Bustamante, del Hospital de Cruces de Bilbao, analizan en la siguiente entrevista la situación y novedades en el tratamiento del carcinoma hepatocelular.

-¿Cuáles son los principales avances logrados en el último año en el tratamiento del cáncer de hígado avanzado?

–Dr. Bruix: Hasta ahora no contábamos con un tratamiento eficaz, pues la quimioterapia era ineficaz y la radioterapia tenía mala aplicación. Por ello se recomendó la puesta en marcha de estudios para evaluar nuevos fármacos. Es el caso del ensayo SHARP con sorafenib, un estudio multicéntrico internacional iniciado hace 5 años y liderado desde Barcelona, algo que me enorgullece especialmente. Los resultados fueron tan positivos que hubo de interrumpirse, lo cual refleja el impacto del tratamiento con este fármaco en la evolución de los pacientes.

–¿Qué conclusiones se obtienen del SHARP?

–Dr. Bruix: En primer lugar, debe referirse que el haber utilizado la estratificación de Barcelona (BCLC) para definir a los pacientes y tenerlos balanceados claramente en los 2 brazos del estudio fue todo un acierto, pues posibilitó que contáramos con herramientas para detectar los beneficios. El BCLC (Barcelona- Clinic Liver Cancer) es un sistema de pronóstico para evaluar al paciente que se ha revelado como óptimo y que, básicamente, vincula el estadio tumoral con el tratamiento indicado. Su utilización ha sido fundamental para el desarrollo de los estudios de tratamiento, pues sin una perfecta estratificación de los pacientes no es posible llevar a cabo ensayos clínicos potentes. »

En cuanto a los resultados, el estudio confirmó la eficacia del sorafenib. Por lo tanto, el mensaje es que los pacientes con cáncer hepático, que hasta ahora carecían de tratamiento, disponen de una alternativa eficaz que mejora significativamente su supervivencia. Como concepto adicional, el estudio valida el papel de las terapias biológicas o moleculares en el manejo del cáncer, esto es, de una medicina con una mayor base biológica que, lógicamente, supone una aproximación clínica mucho más sensata.

–¿Puede profundizar en esos resultados clínicos?

–Dr. Bustamante: Los pacientes tratados con sorafenib vivieron 10,7 meses frente a los 7,9 meses de los incluidos en el grupo placebo. Es una ganancia de tiempo aparentemente pequeña, pero sin embargo muy importante. Se trata del primer paso en la lucha para cronificar el cáncer de hígado avanzado y, comparado con otras ramas de la oncología médica, es un resultado francamente destacable. Creo que lo más importante y esperanzador es dar ese primer paso, luego vendrán más con otros fármacos y otras combinaciones hasta alcanzar el objetivo final, que no es otro que cronificar la enfermedad, esto es, congelar la progresión del tumor para que el paciente viva el mayor tiempo posible.

–¿Nos encontramos, por tanto, ante un esperanzador futuro?

–Dr. Moreno: Sin duda alguna. El problema que se planteaba en el carcinoma hepatocelular era que, si bien había pacientes subsidiarios de alternativas terapéuticas que llegaban a ser resolutivas y curativas, y no sólo del cáncer, sino incluso de la enfermedad de base, caso por ejemplo de la cirrosis, teníamos otros pacientes en estadios más avanzados para los que no existía nada. Eran pacientes que estaban condenados a una evolución muy negativa, por lo que resultaba muy difícil “echártelos a la espalda” desde el punto de vista clínico y asistencial. En este momento se genera un área de ilusión en cuanto a la investigación. Es verdad que aún nos encontramos en las fases iniciales, pero tenemos la absoluta certeza de que en pocos años contaremos con resultados mucho más positivos y más claros y prácticos que se podrán aplicar de una manera más sencilla. Unos resultados que se traducirán en una mayor calidad de vida, en una mejora de la supervivencia, en que los pacientes vivan libres de complicaciones, etc. Somos absolutamente optimistas.

–¿En qué momento se encuentra el conocimiento de los mecanismos moleculares del carcinoma hepatocelular?

–Dr. Moreno: La célula tumoral es un desastre para el organismo, pero como célula y comunidad biológica también tiene su destino, que no es otro que el de perpetuarse. Para ello busca sus recursos, y una vez que conozcamos los mecanismos precisos y su secuencia, utilizaremos dianas con fármacos para generar una alteración de esas vías. Se han establecido líneas muy claras de tratamiento en subgrupos de enfermos, y ahora probablemente tengamos que entrar en una fase de estudios a nivel celular y molecular para, así, identificar cuáles son los mecanismos realmente implicados en la función de las células tumorales.

–Un campo en el que los investigadores de nuestro país están llamados a jugar un papel importante…

–Dr. Bruix: Efectivamente. Pues, además del impacto de la supervivencia con sorafenib, el segundo aspecto relevante que se desprende del estudio SHARP es el liderazgo a nivel internacional que se realiza desde la hepatología de nuestro país en novedades y conceptos del diagnóstico y tratamiento del cáncer hepático. Contamos con múltiples grupos con un excelente nivel en cáncer hepático, lo que nos permite, en el contexto de redes de investigación, seguir liderando la investigación en este campo, tanto a nivel básico como clínico.