ONCOLOGÍA
Científicos del Vall d'Hebron erradican cánceres de pulmón en roedores mediante la inhibición de la proteína Myc
JANO.es · 08 marzo 2013
El tratamiento no provoca efectos secundarios ni genera resistencias, por lo que se perfila como opción terapéutica para varios tipos de tumor.
Investigadores del Instituto de Oncología del Hospital Vall d'Hebron (VHIO), en Barcelona, han conseguido eliminar tumores de pulmón en ratones mediante la inhibición de Myc, una proteína que desempeña un papel clave en el desarrollo de ciertos cánceres. El estudio, publicado en la revista Genes & Development, confirma que el tratamiento no provoca efectos secundarios.
Myc está implicada en procesos celulares tales como la proliferación, la diferenciación y la apoptosis (muerte celular programada, esencial para la regeneración de tejidos y la eliminación de células dañadas). Cuando esta proteína sufre un desequilibrio, se produce un crecimiento celular incontrolado, lo que, a su vez, puede conducir a la aparición de tumores en diferentes tejidos. De hecho, la proteína Myc, desregulada, se encuentra en la mayoría de los tumores, incluyendo los de mama, útero, colon, pulmón y estómago.
El trabajo, dirigido por la doctora Laura Soucek, muestra que Myc puede ser controlada e inhibida a través de una Omomyc mutante. Soucek explica a este respecto que "incluso si se identifica claramente un mecanismo detrás del desarrollo del tumor, aún es extremadamente complejo para determinar la forma de intervenir en la maquinaria interna de las células o modificar los procesos genéticos".
"Hemos encontrado una manera de inhibir Myc a través de Omomyc -continúa--. Indujimos Omomyc mediante terapia génica en ratones a través y logramos activarla y desactivarla mediante la administración de un antibiótico a los ratones en su agua potable".
En el estudio, se indujeron tumores pulmonares múltiples en los roedores (hasta 200 en cada individuo) y se consiguieron episodios de inhibición de Myc mediante la activación de la expresión Omomyc durante cuatro semanas, seguidas de periodos de descanso de cuatro semanas. Esta terapia, que recibe el nombre de metronómica, se mantuvo durante más de un año, a lo largo del cual se comprobó regularmente el progreso del tumor en cada ratón.
Todos los ratones quedaron libres de tumores después del periodo de inhibición en un primer momento, pero el 63% de los casos recayeron. Tras el periodo de inhibición de Myc, sólo el 11% de los tumores iniciales reapareció.
Según la doctora Soucek, "el hallazgo más importante fue que no había signos de resistencia al tratamiento. Éste es uno de los mayores inconvenientes de muchas terapias contra el cáncer: la enfermedad desarrolla resistencia y puede volverse incluso más agresiva".
Finalmente, y tras más de un año de tratamiento, en los ratones que recibieron ocho ciclos de inhibición más descanso sólo se detectaron 2 tumores. El único mecanismo adaptativo que los ratones desarrollaron al tratamiento consistió en la supresión de la expresión de Omomyc en estos tumores.
Resultados 'enormemente positivos'
"Estos resultados son enormemente positivos para nosotros porque un año de vida de un ratón es equivalente a casi 40 años humanos. El hecho de que los resultados se mantengan en el tiempo, que no hay recidiva tumoral ni resistencia, sugiere que la terapia orientada de Myc puede ofrecer una manera de avanzar sin precedentes", agrega la principal investigadora.
Estudios previos llevados a cabo por Soucek ya habían demostrado que la inhibición de Myc podía detener los procesos tumorales. No obstante, y en vista del importante papel de la proteína como gen regulador, existía la preocupación de que el tratamiento a largo plazo pudiera causar efectos secundarios significativos e incontrolables, tales como tejido epitelial o atrofia de la médula ósea.
El potencial de resistencia también fue puesto en duda, ya que también se da en muchos otros tratamientos similares. Los resultados de este último estudio confirman que, después de múltiples y periódicas aplicaciones de Omomyc (el inhibidor de Myc), los tumores no desarrollan resistencia alguna, los efectos secundarios son leves y completamente reversibles, y casi todos los tumores iniciales son erradicados, incluso en la enfermedad avanzada.
El peor de los casos
"Para hacer que la resistencia sea realmente inexistente, se tuvo en cuenta el peor de los casos -expone la Dra. Soucek-, que fue la evaluación del efecto de la inhibición de p53 (una proteína reguladora del ciclo celular) durante la supresión de Myc, porque sin p53 un tumor puede acumular un gran número de mutaciones".
Cualquier posibilidad de mutación resistente a la inhibición de Myc, se habría dado en ausencia de p53, indica la investigadora principal. "Así que ahora hemos demostrado que la inhibición a largo plazo de Myc no sólo detiene el crecimiento del tumor de pulmón indefinidamente, sino que también permite erradicar progresivamente el crecimiento del tumor, sin efectos secundarios o resistencia. Estos resultados confirman que Myc es un objetivo firme para nuevos fármacos contra el cáncer", afirma.
Ahora, el reto de los investigadores es hacer que la inhibición de Myc sea viable desde el punto de vista farmacológico. "Éste será el último paso antes de diseñar ensayos clínicos con inhibidores de Myc", concluyó Soucek.