PUBLICADO EN 'JAMA'
Cuestionan el beneficio de tomar imágenes adicionales antes de la cirugía de cáncer colorrectal
JANO.es · 14 mayo 2014
Un estudio no encuentra diferencias significativas en la supervivencia de pacientes sometidos a tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía computarizada (PET-TC).
Entre los pacientes con un determinado tipo de cáncer colorrectal con una difusión limitada al hígado, las imágenes mediante tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés) y tomografía computarizada (TC) antes de la cirugía no cambian significativamente el tratamiento quirúrgico del cáncer en comparación con la TC sola, según concluye un estudio que se publica en JAMA.
En pacientes de cáncer colorrectal con metástasis hepáticas, las metástasis ocultas no identificadas en el momento de la cirugía impiden que la operación no cure al paciente. De hecho, la supervivencia a largo plazo después de resección quirúrgica (extirpación) de las metástasis hepáticas de cáncer colorrectal es sólo de alrededor del 50%. En este sentido, se consideraba que la tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía computarizada (PET-TC) podría ser de ayuda para identificar las metástasis ocultas.
La principal autora de este trabajo, Carol-Anne Moulton, de la Red Universitaria de Salud, en Toronto, Canadá, y sus colegas asignaron aleatoriamente a pacientes con cáncer colorrectal tratados mediante cirugía con metástasis extraíbles quirúrgicamente a PET-TC (270) o TC solamente (134). En el estudio, realizado entre 2005 y 2013, participaron 21 cirujanos de 9 hospitales de Ontario.
De los 263 pacientes que se sometieron a exploraciones PET-TC, 62 fueron clasificados como negativos y 49 presentaron lesiones anormales o sospechosas. En el 8,7% de los casos se produjeron cambios en la gestión del tratamiento (cancelación de la cirugía hepática, extensión de la misma o realización en órganos adicionales) como resultado de los hallazgos de la PET-TC y un 2,7% evitó la cirugía del hígado no curativa.
El coste de la atención sanitaria
En general, la resección hepática se realizó en el 91% de los pacientes en el grupo de PET-TC y el 92% del grupo de control. La media de seguimiento fue de 3 años, y los investigadores no encontraron diferencias significativas en cuanto a supervivencia entre los pacientes del grupo PET-TC.
"Muchos países tienen dificultades para mantener la calidad en la atención sanitaria con los presupuestos existentes. Esto es difícil debido al aumento de los costes de atención sanitaria como resultado del envejecimiento de la población y el gasto de las nuevas terapias y tecnologías, incluidas las de diagnóstico por imagen y funcional", sostienen los autores.
"Entre los pacientes con metástasis hepáticas potencialmente extraíbles de adenocarcinoma colorrectal, el uso de PET-TC en comparación con la TC sola no dio lugar a cambios frecuentes en el manejo quirúrgico. Estos hallazgos plantean preguntas sobre el valor de las exploraciones PET-TC en este contexto", concluyen.